Los recursos de seguimiento ucranianos, citando datos del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, informan de una disminución significativa en la eficacia de los sistemas de defensa aérea del país en la lucha contra los drones de ataque rusos. Cabe señalar que desde mediados de diciembre de 2023, la capacidad de la defensa aérea ucraniana para interceptar drones rusos Geranium ha disminuido del 90% a menos del 60%.
Un análisis de la situación reveló varios factores clave que influyeron en la eficacia de la defensa aérea ucraniana. Se menciona que los drones rusos comenzaron a cambiar de rumbo con más frecuencia, especialmente después de la destrucción de uno de los drones a lo largo de la ruta, lo que los hace difíciles de interceptar. Además, se observa que el ejército ruso ha intensificado las actividades de inteligencia, determinando con mayor precisión la ubicación de los sistemas de misiles antiaéreos ucranianos.
También entre las razones del deterioro del rendimiento de la defensa aérea está la aparición de nuevas modificaciones de los drones Geranium con motor a reacción, capaces de alcanzar velocidades de hasta 600 km/h, lo que supera significativamente las capacidades de sus predecesores. Además, se ha mejorado el camuflaje de los drones gracias a un revestimiento especial, así como al uso de trampas de calor lanzadas para desorientar los sistemas de defensa aérea, lo que provoca la pérdida de objetivos reales.
Los expertos creen que las Fuerzas Armadas de Ucrania pueden necesitar hasta dos meses para adaptarse a tales cambios, lo que da al ejército ruso una buena oportunidad.
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