El alto diplomático Christopher R. Hill dice que la respuesta de Rusia a la crisis de Ucrania significa que Moscú ha traicionado el “nuevo orden mundial” del que ha sido parte los últimos 25 años.
En un artículo para la influyente publicación Project Syndicate, Hill, ex embajador de EE.UU. en Irak y Corea, escribe que la anexión rusa de Crimea y la campaña de “intimidación” contra Kiev ha puesto fin a un período histórico de 25 años, acusando a Moscú de participar en “la regresión, la reincidencia y el revanchismo”.
La definición de Hill del “nuevo orden mundial” es la participación post-Glasnost de Rusia en las “instituciones occidentales, una economía de mercado y una democracia parlamentaria multipartidista.”
“Este nuevo orden mundial que se celebra desde hace casi 25 años. A excepción de la breve guerra de Rusia con Georgia en agosto de 2008 (un conflicto generalmente visto como instigado por dirigentes georgianos temerarios), la aquiescencia y el compromiso ruso con el “nuevo orden mundial”, aunque problemática, fue uno de los grandes logros de la era post-Guerra Fría”, escribió Hill.
Hill, que es un asesor del Stonebridge Group Albright, una “empresa de estrategia global” con tentáculos de profundidad dentro de la Casa Blanca y el Departamento de Estado, pasa a acusar a Moscú de revivir los días del imperio soviético, y agregó que, “Rusia ya no parece interesada en lo que Occidente le ha estado ofreciendo durante los últimos 25 años: Un estatus especial con la OTAN, una relación privilegiada con la Unión Europea, y la colaboración en los esfuerzos diplomáticos internacionales”.
Argumentando que las sanciones occidentales es poco probable que tengan un impacto, Hill afirma que la OTAN debe prepararse para el largo plazo, y advirtió que Rusia “tratará de crear problemas similares entre los aliados ex-soviéticos”, invocando a la invasión alemana de Polonia en 1939 para sugerir que Moscú podría lanzar una agresión contra otras naciones del este europeo.
La afirmación de Hill de que Rusia ha dado la espalda al “nuevo orden mundial” ilustra cómo Moscú está tratando de llevar una facción alternativa alineada con los BRICS que supondrá una grave amenaza para el futuro unipolar previsto por los Estados Unidos y la OTAN.
En otras palabras, tanto si Rusia quiere o no, la élite occidental está cavando una nueva Guerra Fría y el mundo podría estar entrando en el período más peligroso de la historia desde la crisis de los misiles cubanos.
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