NO LES IMPORTA DESTRUIR PAÍSES ENTEROS, ARROJÁNDOLOS AL ABISMO DE LA GUERRA ÉTNICA Y RELIGIOSA, DESTRUYENDO SUS VIDAS Y SU ECONOMÍA, SOLO POR LOGRAR UN FIN TERRIBLEMENTE MEZQUINO.
ESO ES LA LLAMADA "LIBERTAD" QUE EXPORTAN AL MUNDO ENTERO, QUE TANTO PAVONEAN LOS GRINGOS. SON UNOS COMPLETOS DESGRACIADOS, QUE MAS TEMPRANO QUE TARDE PAGARAN TODAS LAS QUE DEBEN.
EL CIELO SE LOS COBRARA, NO LO DUDEN
Algunos de ellos sufren el martirio de una forma extremadamente inhumana, con una terrible violencia que no tiene nombre", denuncia Sor Raghida
"En Maalula fueron crucificados dos jóvenes cristianos. Uno delante de su padre"
Tras los crímenes, los militantes a veces toman las cabezas que cortan y juegan al fútbol con ellas
A embarazadas les han arrebatado sus bebés del vientre y los cuelgan a los árboles con sus cordones umbilicales
Al no convertirse al Islam. En ocasiones toman luego las cabezas de los martirizados para jugar al fútbol con ellas. A algunas mujeres embarazadas también les arrebatan sus bebés del vientre y los cuelgan a los árboles con sus cordones umbilicales.
REDACCIÓN HO.- En Siria combatientes musulmanes gritando 'Allahú Ajbar' (Alá es el más grande) exigen a los cristianos que se conviertan al Islam y en caso de negarse les amenazan que serán crucificados como Jesús. Algunos cristianos que han rechazado unirse a los grupos takfiris o entregarles dinero como rescate, hombres, mujeres y niños, ya han sido crucificados por los islamistas radicales, según ha denunció el pasado Viernes Santo sor Raghida. Esta religiosa siria, que dirigía la escuela del Patriarcado Greco-católico en Damasco y que ahora vive en Francia, ha relatado a Radio Vaticano como “en las ciudades o pueblos que son ocupadas por los elementos extremistas armados, estos últimos dan a elegir a los cristianos entre unirse a su fe o la muerte. Algunas veces, piden también un rescate”.
“Algunos de ellos sufren el martirio de una forma extremadamente inhumana, con una terrible violencia que no tiene nombre. Si queréis ejemplos, en Maalula -allí vivió una de las comunidades cristianas más antiguas del mundo, donde la gente todavía habla arameo, la lengua que usó Jesús- fueron crucificados dos jóvenes cristianos. Uno de ellos fue crucificado delante de su padre. En Abra, una ciudad industrial de la provincia de Damasco, ocurrieron hechos similares”, ha asegurado durante una entrevista (íntegra, aquí, en francés).
Abortos forzados y deleite en la violencia extrema
Tras los crímenes, los militantes a veces toman las cabezas que cortan y juegan al fútbol con ellas. A algunas mujeres embarazadas también les arrebatan sus bebés del vientre y los cuelgan a los árboles con sus cordones umbilicales, ha denunciado sor Raghida, que apela a la mediación internacional en defensa de los derechos humanos y la libertad religiosa frente a estas atrocidades, en especial la de las autoridades de Francia, al ser su actual país de residencia.
Maalula, en la periferia de Damasco, ha sido escenario de duros combates entre el ejército y los rebeldes durante meses, hasta que las fuerzas leales a Al Asad recuperaron recientemente su control. Con unos 5.000 habitantes, en esta población aún se habla y se reza en arameo, la lengua de Jesucristo, transmitida de padres a hijos. Hoy la ciudad se ha convertido en el símbolo del martirio de los cristianos en Siria.
Algunos de ellos sufren el martirio de una forma extremadamente inhumana, con una terrible violencia que no tiene nombre", denuncia Sor Raghida
"En Maalula fueron crucificados dos jóvenes cristianos. Uno delante de su padre"
Tras los crímenes, los militantes a veces toman las cabezas que cortan y juegan al fútbol con ellas
A embarazadas les han arrebatado sus bebés del vientre y los cuelgan a los árboles con sus cordones umbilicales
Al no convertirse al Islam. En ocasiones toman luego las cabezas de los martirizados para jugar al fútbol con ellas. A algunas mujeres embarazadas también les arrebatan sus bebés del vientre y los cuelgan a los árboles con sus cordones umbilicales.
REDACCIÓN HO.- En Siria combatientes musulmanes gritando 'Allahú Ajbar' (Alá es el más grande) exigen a los cristianos que se conviertan al Islam y en caso de negarse les amenazan que serán crucificados como Jesús. Algunos cristianos que han rechazado unirse a los grupos takfiris o entregarles dinero como rescate, hombres, mujeres y niños, ya han sido crucificados por los islamistas radicales, según ha denunció el pasado Viernes Santo sor Raghida. Esta religiosa siria, que dirigía la escuela del Patriarcado Greco-católico en Damasco y que ahora vive en Francia, ha relatado a Radio Vaticano como “en las ciudades o pueblos que son ocupadas por los elementos extremistas armados, estos últimos dan a elegir a los cristianos entre unirse a su fe o la muerte. Algunas veces, piden también un rescate”.
“Algunos de ellos sufren el martirio de una forma extremadamente inhumana, con una terrible violencia que no tiene nombre. Si queréis ejemplos, en Maalula -allí vivió una de las comunidades cristianas más antiguas del mundo, donde la gente todavía habla arameo, la lengua que usó Jesús- fueron crucificados dos jóvenes cristianos. Uno de ellos fue crucificado delante de su padre. En Abra, una ciudad industrial de la provincia de Damasco, ocurrieron hechos similares”, ha asegurado durante una entrevista (íntegra, aquí, en francés).
Abortos forzados y deleite en la violencia extrema
Tras los crímenes, los militantes a veces toman las cabezas que cortan y juegan al fútbol con ellas. A algunas mujeres embarazadas también les arrebatan sus bebés del vientre y los cuelgan a los árboles con sus cordones umbilicales, ha denunciado sor Raghida, que apela a la mediación internacional en defensa de los derechos humanos y la libertad religiosa frente a estas atrocidades, en especial la de las autoridades de Francia, al ser su actual país de residencia.
Maalula, en la periferia de Damasco, ha sido escenario de duros combates entre el ejército y los rebeldes durante meses, hasta que las fuerzas leales a Al Asad recuperaron recientemente su control. Con unos 5.000 habitantes, en esta población aún se habla y se reza en arameo, la lengua de Jesucristo, transmitida de padres a hijos. Hoy la ciudad se ha convertido en el símbolo del martirio de los cristianos en Siria.
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