“Se trata de la ciudadela del rey David, se trata de la ciudadela de Sion, y esto es lo que el rey David tomó de los jebuseos”, sostiene Eli Shukron, un arqueólogo que pasó 2 décadas escavando la ciudad del rey David cerca de la Ciudad Vieja en Jerusalén. “Todo el sitio escavado puede ser comparado perfectamente con la Biblia”, agrega, de acuerdo con información divulgada por RT -citando a la agencia AP.
Shukron no es nuevo en esto. Comenzó a excavar en 1995 y descubrió una fortificación de seis metros de ancho hecha de piedras con peso de cinco toneladas. Unos fragmentos de cerámica demostraron que la fortificación había sido construida 800 años antes de la posible entrada de David en la ciudad. El arqueólogo está seguro de que es la única construcción en la Ciudad Vieja que corresponde a la ciudadela bíblica capturada por David.
La declaración de Shukron provocó debates sobre el uso de la Biblia como una guía de campo. Varios arqueólogos no ven la conexión entre los últimos hallazgos y la Biblia.
Ronny Reigh, colaborador de Shukron hasta el año 2008, no está de acuerdo con la teoría, pues cree que es imposible llegar a conclusiones definitivas sobre la conexión con la Biblia sin evidencia arqueológica más directa. ”La conexión entre la arqueología y la Biblia últimamente se está estrechando mucho”, dijo Ronny Reigh.
Al respecto, el profesor Yosef Garfinkel, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, dijo que la evidencia encontrada en el lugar incluye un fragmento de cerámica con una inscripción que se cree es de una forma antigua de hebreo y semillas de aceitunas que datan de 3,000 años atrás.
“Los edificios y el muro de la ciudad son colindantes. Esto es típico del concepto urbano de Judea… Tenemos huesos de animales. Había miles de huesos de animales. Tenemos borregos, ganado y cabras. Pero no tenemos cerdos. En las ciudades de Canaan y Filistea puedes encontrar hasta un 20% de huesos de cerdos”, agregó Garfinkel.
En 2013, arqueólogos israelíes hallaron en Jerusalén un sello de arcilla con la inscripción «Bat Lejem» (Belén en la antigua escritura hebrea), que supuso en ese entonces la primera evidencia arqueológica de la existencia de Belén.
Se trata de una especie de esfera de arcilla, de 1,5 centímetros de diámetro, que se usaba para sellar documentos u objetos.
Ha sido desenterrada en las excavaciones del «Proyecto Ciudad de David», polémicas por encontrarse en el poblado palestino de Silwán, en el territorio ocupado de Jerusalén Este.
La pieza es un sello administrativo que se usaba para sellar cargamentos de impuestos que se enviaban al sistema fiscal del reino de Judea a finales de los siglos VII u VIII antes de Cristo.
El responsable de la excavación referida fue Eli Shukron.
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