El siniestro del Airbus A320 de Germanwings, que se ha estrellado en los Alpes franceses el 24 de marzo de 2015, se ha cobrado la vida de 150 personas. Al no conocerse todavía las causas del accidente, se siguen barajando varias hipótesis sobre lo ocurrido.
Según la información disponible, tras despegar de Barcelona, el avión subió a una altura de 11.600 metros. No obstante, menos de una hora después del despegue empezó a descender rápidamente. De acuerdo con Germanwings, el Airbus descendió durante 8 minutos hasta desaparecer de los radares a las 10:53 hora local (09:53 GMT). En ese momento, la aeronave se encontraba a unos dos kilómetros de altura.
La tripulación del avión no envió ninguna señal de socorro durante el descenso, y la misma fue emitida por el controlador aéreo tras perderse la comunicación con el Airbus.
Posteriormente, se supo que el avión se había estrellado en una remota región montañosa de los Alpes, en el departamento francés de Alpes de Alta Provenza.
Este accidente ha sido el primero de la compañía Germanwings en toda su historia.
Víctimas
A bordo del avión se encontraban 150 personas (144 pasajeros y 6 miembros de la tripulación). El primer ministro francés Manuel Valls confirmó que no hay sobrevivientes.
El Gobierno español ha confirmado que se han identificado 51 víctimas españolas del accidente. A su vez, el presidente de la aerolínea Germanwings, Thomas Winkelmann, ha informado que 72 pasajeros eran de nacionalidad alemana, informa RTVE.
Además, según varios informes, entre las víctimas también figuran ciudadanos del Reino Unido, México, Argentina, Marruecos, Colombia, Australia, Japón, Venezuela, EE.UU., Bélgica, Israel, Turquía, Dinamarca, Países Bajos, Irán y Kazajistán. Germanwings también ha declarado que podría haber ciudadanos rusos a bordo del avión siniestrado. Una de las dificultades a la hora de presentar una lista exacta es que algunas personas podían tener doble nacionalidad.
Entre las víctimas, viajaban dos bebés y 16 estudiantes alemanes de 4º de la ESO, que habían estado en España de intercambio.
Búsqueda y rescate
De la información disponible se desprende que el avión está completamente desintegrado, y sus restos están esparcidos por más de 2 kilómetros. Según el presidente de la región de los Alpes, "el resto más grande del avión es del tamaño de un coche".
Cientos de especialistas se han movilizado para realizar labores de búsqueda y rescate, además de 15 helicópteros y el transporte de distintos equipos de rescate, informa 'Le Monde'.
Cajas negras
El ministro del Interior de Francia, Bernard Cazeneuve, ha anunciado que se ha encontrado una caja negra, que "está dañada pero explotable". Más tarde, la Oficina de Investigación y Análisis de Accidentes de Aviación Civil (BEA) ha informado de que ha conseguido extraer con éxito el registrador de voces en cabina (VCR) de esta caja, informa Europa Press.
Posteriormente, se ha informado que se ha recuperado la segunda caja negra del avión, pero severamente dañada.
Hipótesis
Accidente
De acuerdo con la aerolínea alemana Lufthansa, la versión principal de la catástrofe es que se trató de un accidente. "En este momento decimos que se trata de un accidente, cualquier otra cosa sería una especulación", ha afirmado la vicepresidenta del grupo para Europa, Heike Birlenbach, en una rueda de prensa en el aeropuerto barcelonés de El Prat.
Condiciones meteorológicas
De acuerdo con Météo France, las condiciones meteorológicas eran "particularmente tranquilas en el momento del accidente". Asimismo, según el científico atmosférico británico de la Universidad de Reading, Paul Williams, la información disponible sugiere que es improbable que las condiciones meteorológicas hayan tenido algo que ver con el accidente, informa BBC.
Terrorismo
El Ministro del Interior de Francia ha señalado que la hipótesis del terrorismo como causa de la catástrofe no es prioritaria, aunque al mismo tiempo ha subrayado que "todas las hipótesis deben estudiarse de cerca hasta que la investigación no dé resultados".
¿Problema técnico o error del piloto?
El Airbus A320 se encontraba en servicio desde 1991, siendo la vida comercial media de este modelo 25 años. No obstante, desde Germanwings afirman que sus años y horas de vuelo acumuladas "no suponían un problema". Además, el portavoz de la compañía, Thomas Winkelmann, ha insistido en que el avión había pasado "una revisión rutinaria el 23 de marzo en Dusseldorf" y que su "última gran revisión" había sido en el verano de 2013, informa Europa Press. A su vez, el piloto del A320 tenía más de 10 años de experiencia y 6.000 horas de vuelo.
¿Por qué la tripulación del avión no emitió la señal de socorro?
Una de las preguntas principales que se hacen los especialistas sobre el accidente es ¿por qué la tripulación del avión no emitió una señal de socorro durante el descenso?
"Con los pocos datos que se cuenta, se puede interpretar que se realizó un descenso desde los 38.000 pies hasta los 6.000, cuando se perdió la señal contacto-radar, en un tiempo de aproximadamente 10 minutos (…) A mi entender no se trata de un descenso muy brusco y no da a entender que haya podido ocurrir algo que impidió que los pilotos puedan realizar un aterrizaje de emergencia (…) En todo caso, resta saber si se pudo emitir un mensaje de emergencia por parte de los pilotos para entender qué ocurrió", ha expresado Santiago Blanco, presidente de la Organización Española de Control Aéreo Virtual.
Los pilotos del avión siniestrado en Francia pudieron haber estado inconscientes antes del impacto
El presidente de la junta directiva de la Agencia Europea de Seguridad Aérea, Pekka Henttu, sugiere que los pilotos del Airbus A320 habían perdido el conocimiento antes del siniestro.
Los pilotos del Airbus A320 de aerolínea Germanwings que siniestrado en Francia el martes pasado pudieron haber quedado inconscientes antes del impacto, afirmó Pekka Henttu, presidente de la junta directiva de la Agencia Europea de Seguridad Aérea y director para la aviación civil de la Agencia de Seguridad del Transporte de Finlandia, citado por la cadena Yle. Según el experto, las grabaciones sonoras de las cajas negras del avión indican que los pilotos se encontraban ya sin conocimiento durante la mayor parte del largo descenso del avión, y recuperaron la conciencia "intermitentemente".
Según Henttu, la situación parece ser "excepcional" y no la habitual de otros accidentes, ya que el descenso del avión antes del impacto fue interrumpido varias veces. "Pudo ser que dejaran solo al autopiloto, que intervino en algún momento, o que los pilotos volvieran en sí durante unos instantes y trataran de mantener la altitud, explicó.
¿Pudo interferir algún “juego de guerra” de la OTAN en la tragedia del avión?
Un submarino ruso de la flota del Mar del Norte que tiene su base en Severomorsk y que actualmente opera en el Mediterráneo, informó que detectó anomalías eléctricas atmosféricas generalizadas sobre el sur de Francia, Italia y el oeste-suroeste de Suiza.
La zona donde fueron detectadas, pasa también por el área de operaciones de combate del 510 escuadrón de cazas de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos que opera desde la base aérea de Aviano en Italia. Estas anomalías llegaron hasta el sur de Francia y provocaron que los radares británicos se fueran a negro.
La estructura militar Estados Unidos-Reino Unido-UE (es decir, la OTAN) pone en peligro con frecuencia los vuelos civiles con sus juegos de guerra en el continente, como el año pasado, cuando unos 50 aviones civiles desaparecieron temporalmente de los radares en Austria, Alemania, la República Checa y Eslovaquia entre el 5 junio y 10 de junio.
Servicios de tránsito aéreo eslovacos en su declaración acerca de aquel suceso dijeron que "la desaparición de objetos en las pantallas de radar estaba conectada con un ejercicio militar planificado que tuvo lugar en varias partes de Europa, cuyo objetivo era la interrupción de las comunicaciones por radiofrecuencias". Esta actividad también causó la desaparición temporal de varios objetivos en las pantallas de radar, "pero no se perdió el contacto por radio con los controladores aéreos y continuaron su vuelo normalmente".
Y lo peligroso de estos juegos de guerra quedó evidenciado el 3 de marzo cuando, en una pre-simulación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, el vuelo de Lufthansa LH1172, un Airbus A321 que operaba a una altitud de vuelo normal, cayó en picado en cuestión de minutos. Un artículo escrito en Airliner Reporter recogió el testimonio de un testigo: "Hubo algunos momentos en los que pensé que estaba a punto de presenciar en tiempo real un accidente a miles de kilómetros de distancia. Pero, por suerte, los pilotos reaccionaron rápidamente y se desviaron a un aeropuerto cercano."
Lufthansa confirmó a AirlineReporter.com que el vuelo en cuestión (LH1172) llevaba 151 pasajeros a bordo y el comandante decidió hacer escala en Nantes, "debido a un caso médico". Se confirmó que no hubo ninguna emergencia de esa clase y la aeronave aterrizó sin problemas.
Alemania “exprime” sus aviones como a Europa
Por El Espía en el Congreso
Los pilotos no quieren volar y se declaran en huelga: 14 horas viajando para ir a Alemania. Las primeras investigaciones sobre el accidente aéreo del Airbus A320 de Germanwings, la compañía “low cost” de Lufhansa que ha causado 150 muertos, de ellos 45 españoles que volaban entre Barcelona y Düsseldorf, afloran dudas sobre como “explota” Alemania sus aviones y como ejerce su manera de conducir Europa. Por eso, la asociación profesional de personal técnico de vuelo, Vereinigung Cockpit (VC) había decretado una huelga en Lufhansa que llegó hasta el punto de que el gimnasta español, Alberto Tallón, atleta de la Escuela Gimnasia Majadahonda, viajara el pasado miércoles a Cottbus (Alemania) para participar en la Copa del Mundo en un periplo convertido en pesadilla: el equipo de competición español fue sorprendido por la huelga de la compañía aérea alemana, quien llevaba por entonces cuatro días fuera de servicio. Según informa el diario digital Majadahondamagazin.es, el viaje se transformó en una odisea de más de 14 horas, con parada de 7 horas en Lisboa incluida. El equipo asumió el cansancio físico de haber llegado al destino sobre las 2 de la madrugada y al día siguiente, compitieron al mediodía.
Aunque es difícil encontrarlo en los grandes titulares de portada de los periódicos, lo cierto es que según un portavoz de Lufthansa, el avión siniestrado estuvo antes todo el día en tierra debido a un problema en el cierre del tren de aterrizaje. Y por ello los pilotos de Lufthansa y Germanwings se niegan ahora a volar con Airbus después del accidente en los Alpes, según informa el diario alemán Der Spiegel. ¿En que estado se encontraba el avión? La periodista Marta Peirano ha averiguado que el Airbus A320 serie 147 registrado como D-AIPX (ex F-WWDN) tenía 24,3 años de edad. Era uno de los más antiguos de la compañía y se pregunta: “¿Era el avión siniestrado demasiado viejo para volar?”. Por eso desvela que “el programa de mantenimiento original de los Airbus 320 calculaba una vida de 48.000 ciclos o 60.000 horas de vuelo”. Nadie sabe aún si el avión sufrió la “fatiga del metal” por su sobreexplotación pero la periodista dice que si el A320 estrellado hubiese realizado 1.975 vuelos en sus 24,3 años de vida, unos 164 vuelos al mes, cinco vuelos y medio al día, sería el caso: “Ese número no es insólito en una compañía de bajo coste”. Y el piloto y experto en accidentes aéreos Juan Carlos Lozano también se abona a esta idea: “La despresurización explosiva del avión es una hipótesis probable”. Una mínima grieta por “fatiga del metal” puede provocarla.
Ahora están saltando las alarmas sobre como la compañía de bandera alemana “exprime” los aviones: “el lunes las trampillas delanteras del tren de aterrizaje del avión siniestrado, un A320, hicieron ruidos porque no se cerraron herméticamente, pero hacia las 22:00 hora local se solucionó el problema y el avión estaba de nuevo listo para volar. Se trató de una reparación rutinaria sin relevancia para la seguridad del avión”, aseguró el portavoz de Lufthansa en un dato que recoge Voz Populi.
Y las revelaciones se suceden: Que el avión no enviase una alerta sobre la pérdida de altura cuando volaba estable y a velocidad de crucero estrellándose poco más de una hora después de su despegue es algo que se achaca al estado del aparato. El confidencial.com habla de “un error informático” como “la principal hipótesis para ocho minutos de caída inexplicable”, pues el avión cayó en picado desde 38.000 pies de altitud (11.600 metros) hasta 6.000 pies (3.350 metros), punto en el que desapareció de los radares segundos antes del impacto. La drástica pérdida de altura, unida al hecho de que el piloto no pidiera ayuda a la torre de control, es lo que escama a los investigadores.
“La congelación de los sistemas técnicos del avión se torna como una de las posibilidades más factibles, dada la baja temperatura que impera en la zona. Los A320 van equipados con sensores que alertan de un descenso repentino de la velocidad. Si detectan que la aeronave vuela más lenta de lo recomendable, el sistema informático del avión reacciona inmediatamente inclinando su trayectoria hacia el suelo para tratar de ganar velocidad y evitar que los motores puedan calarse. El problema es que se ha demostrado que los sensores pueden fallar como consecuencia de las bajas temperaturas, proporcionando a la tripulación datos erróneos sobre la auténtica velocidad del aparato. Y la confusión puede convertir la aeronave en un objeto fuera de control”, añade este diario.
El avión ya tuvo un “aviso” en la ruta Bilbao-Munich
La congelación de los sensores de velocidad estuvo a punto de causar una tragedia en otro vuelo de la compañía Lufthansa, la matriz a la que pertenece Germanwings. El incidente se produjo el pasado 5 de noviembre en la ruta Bilbao-Múnich en un Airbus 321 con 109 pasajeros a bordo. Poco después de completar la maniobra de ascenso, la aeronave comenzó a descender en picado a una velocidad de 1.000 metros por minuto. Los pilotos consiguieron salvar la situación desconectado el sistema informático de navegación y activando el modo manual. El informe del organismo oficial concluyó que la tragedia sólo pudo evitarse gracias a la pericia de los pilotos.
Gustavo Barba, vicedecano del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial, también repara en esto y en un artículo titulado “El ‘virus’ de la inseguridad aérea” ha advertido que ahora el mayor peligro es que “el uso masivo de tecnología hace que los pilotos perdamos habilidades de vuelo manual” cuando surgen fallos: “El accidente de Air Algérie (operado por la compañía española especializada en vuelos chárter Swiftair) en Malí en julio pasado, el de Air Asiana sobre el mar de Java en diciembre o el de Air France sobre el Atlántico Sur en junio de 2009, son sólo algunos ejemplos”. Los datos de siniestralidad del año 2014 muestran que, de los 21 accidentes de avión comercial que han ocurrido en el mundo, 13 se han producido mientras el avión se encontraba en ruta, precisamente el momento del vuelo que tradicionalmente se pensaba que era el más seguro, puesto que la mayoría ocurrían durante el despegue o el aterrizaje.
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