La Oficina de Detección Nuclear nacional (DNDO) de EEUU realiza un ejercicio de entrenamiento en tierra y en el mar ante un posible atentado con armas nucleares.
El grupo de trabajo está integrado por miembros del Departamento de Defensa (DoD), el Departamento de Energía (DOE), y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y recoge muestras de escombros cerca del lugar de la detonación para el análisis en laboratorios designados.
El ejercicio tuvo lugar de California a principios de agosto y por primera vez, el grupo de trabajo tuvo que coordinar la recogida de pruebas forenses en el mar.
Dichos análisis, combinados con datos de las agencias de inteligencia, permiten identificar la fuente del dispositivo y a las personas o grupos responsables de su uso en actos de terrorismo nuclear.
Pocos días después, más de 600 soldados procedentes de diversas bases militares de EEUU, empezaron el viernes 21 de agosto, unos entrenamientos de cinco días de duración, preparándose para implementar medidas de emergencia ante un posible ataque químico, biológico o un atentado nuclear, realizado dentro de EEUU y específicamente en el sur de Florida.
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