Según el autor y periodista británico Tom Bower, el tren podría contener el legendario Salón de Ámbar, que fue regalado al zar Pedro el Grande por el rey de Prusia.
En los últimos días parece haberse confirmado la historia del tren perdido por los nazis, que transportaba tesoros robados por el Tercer Reich en su huida ante el avance del Ejército Rojo y que presuntamente estuvo enterrado en un viejo túnel de Polonia durante 70 años.
El tren, que se creía una leyenda, habría sido descubierto por dos cazadores de tesoros que ahora reclamarían un 10% de las riquezas contenidas a cambio de ofrecer su paradero exacto.
El presunto descubrimiento del tren está despertando grandes expectativas, pues se cree que podría contener oro, gemas y minerales metálicos preciosos por un valor estimado de 385 millones de dólares.
Sin embargo, de acuerdo con Tom Bower, un prominente periodista de investigación británico y autor de varios libros, incluyendo algunos sobre el oro robado por los nazis y temas de la segunda guerra mundial, el tren podría contener el legendario Salón de Ámbar, que fue regalado al zar Pedro el Grande por el rey de Prusia.
Se trata de una lujosa cámara decorada con paneles de ámbar, con completos adornos de oro y preciosos espejos.
Una réplica del original, restaurada meticulosamente, fue presentada en el año 2003 y se encuentra actualmente en su legítimo hogar, el palacio de Catalina la Grande en la Tsárskoye Selo, al sur de la ciudad de San Petersburgo.
La habitación fue conocida como la Octava Maravilla del Mundo.
Fue saqueada por los alemanes en algún momento de 1941, y luego fue llevada a Koenigsberg , ahora convertido en el enclave báltico de Rusia de Kaliningrado.
Todo rastro de esa maravilla se ha perdido desde entonces.
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