Los submarinos son, de hecho, el arma más poderosa de la Marina de Irán y esto preocupa a EEUU dado que ningún otro de los estados del Golfo Pérsico, incluyendo Arabia Saudí, posee esta clase de navíos. E incluso si los adquirieran ellos no poseen la experiencia necesaria para su funcionamiento en las condiciones específicas de esta región.
Durante la década de 1980, Irán importó 4 submarinos clase Yugo, de 90 toneladas, de Corea del Norte. A partir de este último, Irán desarrolló sus propios prototipos de submarinos de pequeñas dimensiones. El país produjo los 21 primeros submarinos Gadir de 120 toneladas.
En paralelo, los iraníes crearon una clase de submarinos costeros, los Nahang, de 400 toneladas. Uno de ellos es operativo en el Mar Caspio y el segundo está en fase de construcción. Estos submarinos son extremadamente ágiles en aguas poco profundas y son utilizados para minar puertos y el despliegue de submarinistas de las fuerzas especiales.
En 2006, Irán buscó desarrollar un submarino más potente como medida de disuasión tras las amenazas de EEUU contra el país. Después de 7 años, en 2013, el submarino Fateh, de 600 toneladas, se convirtió en operativo. Contrariamente a los precedentes, el Fateh es un submarino de ataque que puede sumergirse a una profundidad de más de 200 metros y continuar sumergido durante 35 días. Lleva a bordo cuatro torpedos, minas y dos misiles antibuque o anti-litoral C-802, con un alcance de 80 a 120 kms.
A finales de 2015, los dos primeros submarinos verdaderamente competitivos construidos por Irán se convertirán en operativos. Ellos son los submarinos clase Besat, con un desplazamiento de 1.500 toneladas y equipados con un moderno sistema AIP (Propulsión Independiente de Aire) similar a la del submarino alemán Tipo 212 y al submarino franco-español clase Sorpéne. Este sistema, según algunas fuentes, fue una transferencia tecnológica secreta de Rusia. En los ensayos en el mar, este submarino permaneció en inmersión durante 68 días consecutivos.
Irán desea desplegar en un próximo futuro un grupo de 10 a 20 submarinos clase Besat en el Estrecho de Ormuz, lo que representa un verdadero desafío para los navíos de superficie de la 5ª Flota con base en Bahrein. Esta amenaza es tanto más seria por cuanto que los submarinos Besat podrían estar equipados con misiles supersónicos anti-buque rusos 3M-54E (Klub-S) o con sus homólogos chinos YJ-18, con un alcance de 220 a 300 kms.
Lo que inquieta a los norteamericanos es que los misiles Klub S o YJ-18 disponen, entre otras características, de una ojiva EMP (impulsión electromagnética) que pesa 300 kgs y es capaz de producir efectos similares a los de un rayo. La detonación emite en algunas fracciones de segundo impulsos electromagnéticos de fuerte potencia. La ojiva EMP puede propagarse a través del navío, quemar sus antenas y su sistema de guiado y poner fuera de servicio durante varias horas los equipos electrónicos de detección, control y guiado. Este arma es eficaz contra los cruceros AEGIS de clase Ticonderoga y los destructores AEGIS de la clase Arleigh Burke, que pertenecen al grupo de fuerza de ataque norteamericano construido alrededor de un portaaviones o un navío de asalto anfibio (portahelicópteros).
El submarino Besat podría estar dotado de torpedos inspirados en el modelo ruso VA-111 Shkval, que desarrollan una velocidad de 370 kms/h y con un alcance de 15 a 25 kms. Estos torpedos pueden destruir los cruceros y destructores AEGIS en la medida en que sus sensores electrónicos de detección y control hayan sido puestos fuera de servicio por las ojivas EMP.
Un episodio muy poco conocido es el que ocurrió el 12 de abril de 2014 con el destructor AEGIS norteamericano Donald Cook en el Mar Negro. Dos aviones de caza de la Marina rusa Su-24 sobrevolaron ese día el navío y, en ese momento, todos sus equipos electrónicos dejaron de funcionar.
Irán dispone además de tres submarinos rusos clase Kilo de 2.325 toneladas que disponen de seis tubos lanzatorpedos y del misil Klub-S.
Valentin Vasilescu – Réseau International
En 2006, Irán buscó desarrollar un submarino más potente como medida de disuasión tras las amenazas de EEUU contra el país. Después de 7 años, en 2013, el submarino Fateh, de 600 toneladas, se convirtió en operativo. Contrariamente a los precedentes, el Fateh es un submarino de ataque que puede sumergirse a una profundidad de más de 200 metros y continuar sumergido durante 35 días. Lleva a bordo cuatro torpedos, minas y dos misiles antibuque o anti-litoral C-802, con un alcance de 80 a 120 kms.
A finales de 2015, los dos primeros submarinos verdaderamente competitivos construidos por Irán se convertirán en operativos. Ellos son los submarinos clase Besat, con un desplazamiento de 1.500 toneladas y equipados con un moderno sistema AIP (Propulsión Independiente de Aire) similar a la del submarino alemán Tipo 212 y al submarino franco-español clase Sorpéne. Este sistema, según algunas fuentes, fue una transferencia tecnológica secreta de Rusia. En los ensayos en el mar, este submarino permaneció en inmersión durante 68 días consecutivos.
Irán desea desplegar en un próximo futuro un grupo de 10 a 20 submarinos clase Besat en el Estrecho de Ormuz, lo que representa un verdadero desafío para los navíos de superficie de la 5ª Flota con base en Bahrein. Esta amenaza es tanto más seria por cuanto que los submarinos Besat podrían estar equipados con misiles supersónicos anti-buque rusos 3M-54E (Klub-S) o con sus homólogos chinos YJ-18, con un alcance de 220 a 300 kms.
Lo que inquieta a los norteamericanos es que los misiles Klub S o YJ-18 disponen, entre otras características, de una ojiva EMP (impulsión electromagnética) que pesa 300 kgs y es capaz de producir efectos similares a los de un rayo. La detonación emite en algunas fracciones de segundo impulsos electromagnéticos de fuerte potencia. La ojiva EMP puede propagarse a través del navío, quemar sus antenas y su sistema de guiado y poner fuera de servicio durante varias horas los equipos electrónicos de detección, control y guiado. Este arma es eficaz contra los cruceros AEGIS de clase Ticonderoga y los destructores AEGIS de la clase Arleigh Burke, que pertenecen al grupo de fuerza de ataque norteamericano construido alrededor de un portaaviones o un navío de asalto anfibio (portahelicópteros).
El submarino Besat podría estar dotado de torpedos inspirados en el modelo ruso VA-111 Shkval, que desarrollan una velocidad de 370 kms/h y con un alcance de 15 a 25 kms. Estos torpedos pueden destruir los cruceros y destructores AEGIS en la medida en que sus sensores electrónicos de detección y control hayan sido puestos fuera de servicio por las ojivas EMP.
Un episodio muy poco conocido es el que ocurrió el 12 de abril de 2014 con el destructor AEGIS norteamericano Donald Cook en el Mar Negro. Dos aviones de caza de la Marina rusa Su-24 sobrevolaron ese día el navío y, en ese momento, todos sus equipos electrónicos dejaron de funcionar.
Irán dispone además de tres submarinos rusos clase Kilo de 2.325 toneladas que disponen de seis tubos lanzatorpedos y del misil Klub-S.
Valentin Vasilescu – Réseau International
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