El Gobierno de China ha decidido dar un giro a su estrategia para mantener a flote los mercados bursátiles del gigante asiático tras haber gastado alrededor de 200.000 millones de dólares en defensa de las bolsas chinas, y en su lugar intensificará los esfuerzos para encontrar y castigar a los responsables de “desestabilizar el mercado”, según informa ‘Financial Times’, que cita a altos funcionarios chinos.
De hecho, el colapso experimentado por las acciones chinas la semana pasada y que desencadenó una elevada volatilidad en los mercados internacionales fue atribuido en parte a la aparente ausencia de actividad por parte del Gobierno, que había comprado acciones desde principios de julio.
No obstante, Pekín habría retomado las compras de acciones a última hora del jueves, lo que ayudo a la Bolsa de Shanghai a pasar de las pérdidas a una subida superior al 5% y a subir otro 5% en la sesión del viernes.
“Los ‘traders’ y funcionarios indicaron que la última intervención buscaba crear un entorno positivo de mercado con vistas a los preparativos del desfile que celebra esta semana el 70 aniversario de la victoria china contra Japón”, recoge el periódico.
Los líderes chinos piensan que han manejado mal los esfuerzos para rescatar al mercado al permitir un exceso de información pública, según apuntaba este jueves durante una reunión un alto funcionario de las autoridades reguladoras chinas, según las actas a las que tuvo acceso el diario británico.
En este sentido, los funcionarios insisten en que lo sucedido ha sido una anomalía y que el Gobierno se abstendrá de llevar a cabo compras de acciones a gran escala.
Es mucho más barato arrestar
Las autoridades Chinas parece que se han dado cuenta que es mucho más barato realizar arrestos masivos a todo aquel que se le ocurra vender corto o decir que la Bolsa China está sobrevalorada que inyectar cientos de miles de millones para intentar sostener los mercados.
Pekín planea endurecer su postura en la investigación y sanción de aquellos individuos e instituciones que considere que han aprovechado el rescate estatal para su propio beneficio o que hayan obstruido los intentos del Gobierno de apuntalar el mercado.
La semana pasada, el regulador chino citó a representantes de distintas firmas de intermediación y les ordenó que incrementaran la supervisión de los mercados.
El regulador chino indicó que se han puesto en manos de la policía 22 casos de información privilegiada, manipulación de los mercados y difusión de falsas informaciones sobre el mercado. De hecho, el pasado martes fueron detenidas 11 personas sospechosas de “actividades ilegales en los mercados”, incluyendo un periodista de la revista económica ‘Caijing’.
También 197 personas han sido castigadas en el país merced a la campaña lanzada por las autoridades para poner coto a los rumores online que circulaban tanto sobre el mercado de valores chino como sobre la explosión del almacén químico de Tianjin. De acuerdo con el ministerio de Seguridad Pública, 165 cuentas de internet han sido clausuradas por “causar pánico, engañar al público y provocar trastornos en el mercado de valores o la sociedad”.
Hace dos años, China aprobó una ley que persigue con hasta tres años de prisión la difusión de rumores cuando esas informaciones se comparten más de 500 veces o reciben más de 5.000 visitas en Internet, una regulación criticada por los defensores de los Derechos Humanos.
Cómo los Chinos logren parar la caída de la Bolsa con su versión hardcore de la ley mordaza en Occidente seguro que unos cuantos gobiernos tomarán nota.
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