Corea del Norte amenaza con una acción militar si en el Sur siguen con la propaganda
Seúl promete que responderá con dureza en caso de nuevos ataques
Muchos expertos vaticinan que esta situación va a perdurar al menos hasta octubre
La presidenta surcoreana, Park Geun-Hye, durante la visita a la sede del Tercer Ejército, en Seúl. AFP |
Una simple lectura del vocabulario utilizado en los comunicados de la agencia oficial norcoreana, KCNA, podría llevar a la conclusión como ha dicho el viernes uno de ellos de que "la guerra puede estallar en cualquier momento" en la Península de Corea.
Para ese medio de información las últimas maniobras conjuntas deEEUU y Corea del Sur pretenden "ocupar Pyonyang" y con ello "el estallido de una guerra nuclear es sólo cuestión de tiempo".
Sin embargo, la atribulada historia que comparten ambos paísesdesde 1953 indica que motivos mucho más graves -desde combates navales a intentos de asesinar al presidente de Corea del Sur o la destrucción del avión de Korean Air que costó la vida a más de 100 pasajeros en 1987- nunca han degenerado en algo más simple cruces de descalificaciones, guiños bélicos puramente simbólicos o como mucho encontronazos localizados.
Los expertos citados por la prensa de Corea del Sur y los medios especializados en la Península asiática coincidían ayer que el ultimátum establecido para el sábado por Kim Jong-un debía entenderse bajo esta perspectiva, incluso cuando la agencia surcoreana Yonhap advirtió que las unidades de vigilancia de EEUU y Corea del Sur detectaron durante la jornada el movimiento de vehículos norcoreanos portando misiles Scud y Rondog en lo que interpretaron como preparativos para su posible lanzamiento.
"Sólo asistiríamos a una escalada fuera de control si Corea del Nortese habría visto obligada a responder a la respuesta de Corea del Sur a su primera provocación. Vimos que Corea del Norte disparó primero, Corea del Sur respondió de forma muy contundente y Corea del Norte no hizo nada", opinó Ken Gause, un experto en la Península de la firma CNA Corp., citado por Yonhap.
'El hecho de que el bombardeo mutuo no causara ningún daño significa que no quieren llegar a una confrontación armada'
El profesor Yang Moo-jin, de la Universidad de Estudios de Corea del Norte, insistió en esta tesis al señalar a Reuters que "el hecho de que el bombardeo mutuo (que se registró el jueves) no causara ningún daño significa que no quieren llegar a una confrontación armada".
Los medios surcoreanos incidieron asimismo en la ausencia de movimientos significativos del ejército norcoreano. "La preparación para una guerra conllevaría la movilización de un gran número de unidades blindadas y mecanizadas, algo sobre lo que no se ha informado", señaló John Grisafi, de NK News.
Todos los analistas advertían, sin embargo, que esta escalada de tensión puede provocar "errores de cálculo y accidentes" -palabras del ciado Gause- que deriven en una confrontación no prevista. "Siempre hay riesgo de guerra, pero pienso que es muy bajo", le secundó Yang.
En cualquier caso, Pyongyang volvió a redoblar la ofensiva dialéctica, exigiendo el cese de las emisiones de los altavoces propagandísticos instalados por Corea del Sur en la Zona Desmilitarizada (DMZ) y confirmando que si eso no ocurre antes de las 5:00 de la tarde, el propio Kim Jong-un ya "aprobó" el jueves por la noche "la operación de ataque" que debería iniciarse de inmediato.
Camionetas con altavoces circulaban por Pyongyang repitiendo la consigna oficial de que el país se encuentra en 'casi en estado de guerra'
Según AP, camionetas con altavoces circulaban por Pyongyang repitiendo la consigna oficial de que el país se encuentra en "casi en estado de guerra", una declaración que también hizo Kim Jong Un en el 2013.
La agencia norcoreana añadió que Pyongyang ha enviado de forma "urgente" a la linde divisoria a los "comandantes militares" que deben "atacar las instalaciones de guerra psicológica de Corea del Sur".
La reaparición de los altavoces propagandísticos a ambos lados del DMZ -Seúl ha colocado hasta 11 de estos artilugios- supone un retorno de facto de la Península de Corea a los años de la Guerra Fría, cuando este tipo de tácticas eran algo común, y enterrar uno de los legados más simbólicos que había dejado la era de la "Política del Amanecer" del ex presidente Kim Dae Jung.
La política conciliadora de Dae Jung, un recuerdo
La supresión de los polémicos altavoces fue una de las consecuencias más inmediatas del histórico encuentro que mantuvo Kim Dae Jung y su homólogo Kim Jong Il en Pyongyang en junio del 2000.
La política conciliadora de Dae Jung también es poco más que un recuerdo en Seúl, donde la actual presidenta, Park Geun-Hyeprefirió presentarse ante las cámaras de TV vestida de uniforme en una sorprendente visita que realizó al cuartel general del Tercer Ejército. Allí ordenó a sus tropas que respondan con una "represalia severa y a fondo" si les "provocan" de nuevo.
Con 28.500 soldados estacionados en Corea del Sur, Estados Unidos se sumó a las críticas sobre el comportamiento de Pyonyang y aclaró que se mantiene "firme en su compromiso por la defensa y seguridad de la Península" y "su alianza con Corea del Sur",en palabras del portavoz del Departamento de Estado.
Las divergencias entre los dos estados se han agravado en los últimos meses y muchos expertos vaticinan que esta situación va a perdurar al menos hasta el mes de octubre, cuando Pyongyang celebrará el 70 aniversario del Partido de los Trabajadores que lidera Kim Jong-un.
Pero los giros en las relaciones bilaterales son otra constante desde la guerra que enfrentó a las dos Coreas. Hacía días precisamente que los analistas habían señalado como positivo el acuerdo pactado entre Pyonyang y Seúl para aumentar los salarios en la zona industrial de Kaesong, cuya gerencia comparten ambos países. Un logro efímero, porque ante el rebrote de la tensión, la presidente Park restringió el accesos de sus conciudadanos a ese complejo situado en el interior de Corea del Norte donde se encuentran ubicadas unas 120 firmas surcoreanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario