China se muestra firme ante la ostentación militar de EE.UU. para presionar a Pekín antes de la decisión del Tribunal de La Haya sobre las islas Spratly.
"China es un país pacífico que da la bienvenida al diálogo, pero debe prepararse para una confrontación militar en el mar de la China Meridional. Esto se debe a que ladisputa territorial entre China y Filipinas es complicada por la intervención de Washington y por la alta probabilidad de una escalada del conflicto con EE.UU.", advierte el diario chino 'The Global Times'.
Como una confirmación de estas palabras, la Armada china ha comenzado unos ejercicios, que se prolongarán hasta el 10 de julio, cerca de las islas en disputa de esta zona.
El artículo aparece poco antes de que el tribunal internacional de La Haya dé su veredicto sobre la disputa.
En 2013, Filipinas solicitó a este tribunal que se pronunciase sobre la soberanía de las islas Spratly, que se encuentran en el centro de importantes rutas de navegación comercial en la zona.
China considera que la decisión del tribunal representará una "mayor amenaza a la integridad de la soberanía marítima y territorial de China", afirma 'The Global Times", añadiendo que "el arbitraje no es más que una farsa". Pekín siempre se ha negado a participar en el juicio. Adémas, las autoridades chinas advierten que no reconocen la autoridad de La Haya sobre este asunto.
"En la actualidad, China todavía no puede competir con EE.UU. en poder militar, pero es capaz de hacer que Washington 'pague un precio muy alto' si interviene militarmente en la disputa en el mar de la China Meridional", reza el diario.
El mes pasado EE.UU. envió dos portaviones al mar de Filipinas bajo el pretexto de realizar ejercicios militares, algo que, de acuerdo con el medio, es "una demostración de fuerza" para que China sea más obediente.
Dos archipiélagos del mar de la China Meridional, las islas Paracel y las islas Spratly, son objeto de una antigua disputa territorial entre China, Filipinas, Malasia, Brunéi, Indonesia y Vietnam. Estos países aspiran a controlar ambos territorios tanto por razones económicas (se cree que albergan reservas de petróleo y gas) como estratégicas, pues están situados en una ruta marítima muy transitada.
EE.UU. también participa en el conflicto con un apoyo abierto a Filipinas y Vietnam. Además, urge a Japón a armarse para contrarrestar el creciente poder chino.
"China es un país pacífico que da la bienvenida al diálogo, pero debe prepararse para una confrontación militar en el mar de la China Meridional. Esto se debe a que ladisputa territorial entre China y Filipinas es complicada por la intervención de Washington y por la alta probabilidad de una escalada del conflicto con EE.UU.", advierte el diario chino 'The Global Times'.
Como una confirmación de estas palabras, la Armada china ha comenzado unos ejercicios, que se prolongarán hasta el 10 de julio, cerca de las islas en disputa de esta zona.
El artículo aparece poco antes de que el tribunal internacional de La Haya dé su veredicto sobre la disputa.
En 2013, Filipinas solicitó a este tribunal que se pronunciase sobre la soberanía de las islas Spratly, que se encuentran en el centro de importantes rutas de navegación comercial en la zona.
China considera que la decisión del tribunal representará una "mayor amenaza a la integridad de la soberanía marítima y territorial de China", afirma 'The Global Times", añadiendo que "el arbitraje no es más que una farsa". Pekín siempre se ha negado a participar en el juicio. Adémas, las autoridades chinas advierten que no reconocen la autoridad de La Haya sobre este asunto.
"En la actualidad, China todavía no puede competir con EE.UU. en poder militar, pero es capaz de hacer que Washington 'pague un precio muy alto' si interviene militarmente en la disputa en el mar de la China Meridional", reza el diario.
El mes pasado EE.UU. envió dos portaviones al mar de Filipinas bajo el pretexto de realizar ejercicios militares, algo que, de acuerdo con el medio, es "una demostración de fuerza" para que China sea más obediente.
Dos archipiélagos del mar de la China Meridional, las islas Paracel y las islas Spratly, son objeto de una antigua disputa territorial entre China, Filipinas, Malasia, Brunéi, Indonesia y Vietnam. Estos países aspiran a controlar ambos territorios tanto por razones económicas (se cree que albergan reservas de petróleo y gas) como estratégicas, pues están situados en una ruta marítima muy transitada.
EE.UU. también participa en el conflicto con un apoyo abierto a Filipinas y Vietnam. Además, urge a Japón a armarse para contrarrestar el creciente poder chino.
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