En la reciente presentación de las nuevas armas rusas, Vladimir Putin habló de un misil de crucero con motor nuclear y vuelo casi ilimitado.
Uno se pregunta: ¿qué tipo de motor es ése?
En primer lugar, se supone que si se trata de un misil entonces debe tener, por regla general, un impulso a chorro, es decir, debe de contar con algún tipo de combustible que genere gases que sean expulsados con mucha fuerza por la parte de atrás del cohete.
Pero también podría tratarse de un vehículo impulsado por hélices; en este caso técnicamente no se trataría de un cohete sino de un avión turbo hélice; pero si este fuera el caso eso significaría que el misil no podría romper la barrera del sonido, cosa que si puede hacer el nuevo misil de Putin. Según el presidente el nuevo misil puede alcanzar una velocidad de hasta 20 veces la del sonido; entonces debemos de suponer que el referido misil debe de contar con un motor a reacción, es decir, el impulso se lo daría un chorro de gases, u otro tipo de materia, expelido con gran fuerza por las toberas del misil.
Pero si fuera un impulso proporcionado por un combustible convencional la planta atómica en su interior no serviría de gran cosa y el misil tendría un alcance similar a todos los misiles de combustible sólido o líquido anteriores.
Entonces debemos de suponer que el nuevo misil, o más bien, el nuevo motor, no utiliza combustibles convencionales sino que utiliza un nuevo principio físico para lograr darle el impulso necesario al misil; ¿y cuál es ese nuevo principio físico responsable del vuelo del misil? pues es el plasma. Así es, el nuevo misil es impulsado por un plasma generado gracias al enorme poder que le proporciona la mini planta nuclear en su interior.
Este plasma se logra gracias, efectivamente, al calentamiento a temperaturas extremas de algún gas; plasma que es expelido por las toberas del misil. De esta manera podemos suponer que el misil lleva tanques presurizados con algún tipo de gas en su interior; pero el impulso proporcionado por este plasma es mucho más eficiente energéticamente que el que puede lograr un motor de combustible convencional, lo que se traduce en una mayor potencia y en una reducción muy considerable en la cantidad de combustible necesario para lograr recorrer la misma distancia.
Pero también podría ser que el gas necesario para generar el plasma impulsor del cohete sea tomado del mismo aire; de esta manera el cohete no tendría la necesidad de llevar tanques llenos de gas presurizado pues el gas lo tomaría del mismo aire; de esta forma el misil tendría un vuelo prácticamente ilimitado, tal como afirmara Vladimir Putin.
Esta misma tecnología ya la había propuesto yo hace algunos años en mis primeros artículos; pues entonces afirmé que haciendo uso de plantas de energía atómica y utilizando plasma se podría lograr llegar a las estrellas en un tiempo record, de tal manera que los viajes interestelares estarían al alcance del ser humano, ya no digamos la exploración física de todo el sistema solar. Los viajes a marte, o cualquier otro planeta del sistema solar, se harían en días y ya no en años como hasta ahora.
Ese es el verdadero poder de esta nueva ciencia aplicada a la técnica presentada por Vladimir Putin; en este caso aplicada a las armas, pero si se aplicara a la exploración espacial, como eventualmente se hará, el cosmos estaría al alcance del hombre.
Esta tecnología presentada por Putin es muy similar a los motores “hyperdrive” de la nave espacial de la serie de ciencia ficción Star Trek. Dichos motores utilizaban un impulso de iones de hidrógeno o de partículas de masa para lograr el impulso; en el presente caso lo que se utiliza es plasma. De ahí la idea de que el motor de los nuevos misiles de Putin obtenga el gas necesario para generar el plasma del mismo hidrógeno que hay en el agua que se encuentra en el mismo aire; de esta manera podrían volar indefinidamente y a velocidades hipersónicas.
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