Kim Jong Un quiere firmar un tratado de paz después de reunirse con el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, informaron los medios de Corea del Sur, lo que reactivaría un objetivo de larga data del régimen norcoreano.
Es probable que Kim plantee la posibilidad de un tratado de paz, además de la de restablecer las relaciones diplomáticas y el desarme nuclear, durante una reunión con el líder estadounidense, dijo el diario Dong-A Ilbo el lunes, citando a un alto funcionario no identificado de la presidencia de Corea del Sur. La semana pasada, Trump acordó reunirse con Kim, aunque los detalles clave de la cumbre aún no se han decidido.
Koh Yu-hwan, que es profesor de estudios norcoreanos de la Universidad de Dongguk en Seúl, dijo que el régimen desde hace mucho busca un tratado de paz para terminar con un alto el fuego de más de 60 años entre ambas partes y contribuir a garantizar su seguridad.
"Hubo acuerdos entre Estados Unidos y Corea del Norte para iniciar conversaciones sobre un tratado de paz, pero nunca se concretaron", dijo Koh, aclarando que las condiciones eran la clave. "Estados Unidos quiere un tratado de paz al final del proceso de desnuclearización, mientras que para el norte aquel es el requisito previo para la desnuclearización".
Para poder firmar un tratado de paz haría falta resolver las cuestiones relativas a la presencia estadounidense en Corea del Sur y su transferencia del control operativo de tiempos de guerra a Corea del Sur y las fuerzas de las Naciones Unidas en Corea del Sur, señaló Koh.
La sorpresiva decisión que tomó Trump el jueves de aceptar una reunión con Kim dejó de lado décadas de política exterior estadounidense al aceptar la invitación de alto riesgo basándose en un vago ofrecimiento de Kim de hablar sobre la renuncia a su programa de armas nucleares.
La decisión provocó tanto apoyo de los países que buscan atenuar las tensiones entre Corea del Norte y Estados Unidos como advertencias de que Kim podría estar buscando más tiempo para desarrollar sus armas y reducir la presión de las sanciones internacionales.
Ejercicios militares
La reunión -programada tentativamente para mayo- requerirá una serie de contactos diplomáticos mientras los participantes tratan de acordar qué se discutirá y dónde tendrá lugar. El presidente de Corea del Sur Moon Jae-in también aceptó la oferta de Kim de reunirse cerca de la frontera compartida el mes que viene, encuentro en el que se espera que Kim sugiera reanudar el intercambio cultural y la reunión de familiares.
Estados Unidos y Corea del sur también están analizando cómo llevar adelante los próximos ejercicios militares masivos de un modo que no provoque a Kim, cuyo régimen los considera un ensayo para la guerra. Los aliados habían acordado aplazar los ejercicios hasta después que terminen los Juegos Paralímpicos de Invierno este mes.
Es improbable que Estados Unidos despliegue un portaaviones, que es considerado un "activo estratégico", durante los ejercicios, informó el lunes la Agencia de Noticias Yonhap. El Ministerio de Defensa de Corea del Sur declinó hacer declaraciones sobre los ejercicios planeados.
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