El presidente estadounidense, Donald Trump, planea discutir con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, cómo Washington y Riad pueden hacerle pagar a Rusia por sus actividades en Oriente Medio.
"Las discusiones se centrarán en encontrar medios comunes para hacerle pagar a Rusia por sus actividades en Siria y su apoyo a la proliferación de misiles de Irán en Yemen, ya que esto amenaza con profundizar la crisis y conducir a una mayor catástrofe regional", aseguró una fuente dentro de la Casa Blanca, citada por el medio The Hill, después de que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, llegara a EEUU en el marco de una visita oficial.
Durante su encuentro con Salman, el presidente estadounidense discutirá el apoyo brindado por Rusia al Gobierno de Bashar Asad en Siria y su decisión de bloquear la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en el que se propuso presionar a Irán por la supuesta violación del embargo impuesto a los suministros de armas en Yemen.
Por su parte, Mohamad Yavad Zarif, ministro de Exteriores iraní, acusó a EEUU de fabricar las pruebas de los misiles que Irán supuestamente quería enviar a los rebeldes hutíes en Yemen.
"Parte de esta discusión se enfocará en considerar cómo Rusia está tratando de utilizar esta situación en su beneficio. Ellos [Rusia] bloquearon la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que responsabiliza a Irán y al mismo tiempo se dirigieron a los saudíes y ofrecieron sus sistemas de defensa aérea", recalcó la fuente de la Casa Blanca.
Según The Hill, Washington observó con recelos la mejora de las relaciones ruso-saudíes, a pesar de que Moscú y Riad siguen brindando su apoyo a diferentes bandos en el conflicto en Siria.
El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz Saud, viajó a Moscú el 4 de octubre de 2017. Durante su visita, los mandatarios de ambos países firmaron distintos acuerdos relacionados con el suministro a Arabia Saudí de los sistemas S-400, los sistemas antitanques Kornet-EM, los lanzallamas pesados TOS-1A Buratino, los lanzagranadas AGS-30 y los fusiles Kalashnikov AK-103.
"El reino durante mucho tiempo ha sido aliado de EEUU; sin embargo, Moscú ha podido ampliar su esfera de influencia en Oriente Medio y se ha convertido en una potente fuerza política en la región", se afirma en el artículo de The Hill.
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