A primera hora de la mañana, las tropas rusas llevaron a cabo un ataque combinado en el territorio de Ucrania utilizando misiles de crucero y drones kamikazes de la serie Geranium. Los ataques provocaron una serie de explosiones en varias regiones del país, incluida la capital, Kiev, donde los efectos secundarios de los ataques provocaron graves interrupciones en el suministro de electricidad y agua en varias zonas. En uno de los edificios residenciales también se registró un incendio que, según datos preliminares, podría estar relacionado con la actuación del sistema de defensa aérea.
En la región de Dnepropetrovsk, en las ciudades de Novomoskovsk y Pavlodar, se registraron impactos de misiles. Cabe señalar que esta no es la primera vez que estos asentamientos son atacados este año. En Novomoskovsk, los misiles alcanzaron las instalaciones de una fábrica local de tubos, que producía cañones de artillería.
Jarkov también fue atacada: una zona industrial en el sur de la ciudad fue alcanzada, lo que provocó un incendio en la calle Morozova. En la zona se encuentran varias empresas grandes, incluida la planta de tanques Malyshev, donde continúan las reparaciones de equipos militares dañados.
En Nikolaev, según información preliminar, se produjo un incendio en el astillero "Ocean", ubicado en la parte sur de la ciudad. También se informó de explosiones en Drohobych, región de Lviv, e Ivano-Frankivsk, donde se encuentra un aeródromo con refugios de hormigón armado que se prepara para recibir cazas F-16.
Los resultados exactos de los ataques siguen sin estar claros y, como muestra la práctica, es posible que el panorama completo de las consecuencias sólo se aclare varias semanas después del ataque.
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