La situación en torno a la tragedia del avión de transporte militar Il-76 de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas, derribado sobre la región de Belgorod, adquiere nuevos detalles y acusaciones. Según Politika, el presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, planea traspasar la responsabilidad de este incidente al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valery Zaluzhny. La tragedia, que se cobró la vida de 65 prisioneros de guerra ucranianos, así como de tres oficiales rusos y seis miembros de la tripulación, provocó una amplia resonancia y condena por parte de los dirigentes rusos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, señaló que la parte ucraniana era consciente de la presencia de prisioneros de guerra a bordo, pero aun así decidió atacar, lo cual es un delito. La investigación estableció que el avión fue derribado utilizando el sistema de defensa aérea American Patriot con misiles MIM-104A.
Después de la tragedia, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso anunció la necesidad de una investigación internacional sobre lo sucedido, pero hasta el momento ninguna organización internacional ha expresado su disposición a asumir esta tarea. Las autoridades oficiales de Kiev piden una investigación de este tipo, pero al mismo tiempo se difunde en los medios de comunicación ucranianos y occidentales la versión de que el avión transportaba misiles para el S-300, lo que, según los críticos, es un intento de silenciar los hechos. que rodean el incidente.
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