El conflicto entre China y la India ha llegado a la esfera económica. Varios políticos y activistas indios exhortaron a boicotear las importaciones chinas tras el enfrentamiento armado que se produjo en la frontera entre ambos Estados. Consumar sus demandas sería un suicidio para Nueva Delhi, según los expertos entrevistados por Sputnik.
Distintos medios de comunicación de la India informaron recientemente que las autoridades de los estados de Haryana y Uttar Pradesh habían suspendido los contratos de importación firmados con varias empresas chinas.
A su vez, la Asociación de Propietarios de Hoteles y Restaurantes de Nueva Delhi prohibió a sus miembros trabajar con turistas chinos. Este veto se extiende a un total de 75.000 habitaciones en hoteles de tres y cuatro estrellas. Además, el ente pide que se reduzca el uso de productos chinos en el país. Dejar de cooperar con China sería suicida para la economía de la India, advirtió el experto Qiu Yonghui, del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Sichuan (China).
El interlocutor de la agencia Sputnik recordó que las dificultades en las relaciones entre estas dos naciones siempre desembocan en llamamientos a boicotear los productos chinos en la India. Usualmente estos ánimos se deben en gran medida al déficit comercial. De hecho, China es el único país con el que su vecino tiene déficit comercial: compra más de lo que vende. Esto preocupa a Nueva Delhi, y las autoridades indias están tratando de enmendarlo.
"Se está intentando golpear la economía china para posteriormente poder contrarrestar a Pekín. Negarse a atender a los chinos en algunos hoteles es un acto de discriminación racial, y es difícil de explicar esta propuesta desde el punto de vista económico", aseveró.
La India invirtió considerables recursos en desarrollar una red de reservas en China ajustada a los hoteles indios. Y actualmente, estos permanecen cerrados debido a la epidemia. Además, los chinos tienden a evitar hacer reservas en los baratos, y en el futuro estarán menos dispuestos a hospedarse en estos hoteles.
Según el experto, otro movimiento irracional de la India ha sido suspender los proyectos de inversión implementados con tres compañías de automóviles e ingeniería de China.
"Después de todo, la cooperación con Pekín impulsa la industrialización y el empleo en la India y corresponde de una manera completa al plan anunciado por el primer ministro, Narendra Modi, y bautizado como Make in India. Tales iniciativas se parecen a un suicidio económico y destruyen el ambiente empresarial. Con la crisis provocada por la pandemia (...) dichas acciones están dictadas exclusivamente por el populismo político, y son perjudiciales", concluyó.
A su vez, el experto Alexéi Kupriánov, del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de Rusia, destacó a Sputnik que el Gobierno indio no apoya los llamamientos a boicotear las importaciones chinas.
"Están respaldados por unos partidos que intentan ganar votos. Las asociaciones económicas que podrían beneficiarse de la retirada de los productos chinos del mercado de la India están presionándolos. [Estos llamamientos] son apoyados por los ciudadanos excesivamente patrióticos que han pasado los últimos meses en casa leyendo en los periódicos lo que está sucediendo en la frontera con China", explicó.
En el Partido Popular Indio conviven muchas corrientes políticas representadas por grupos que se oponen a Narendra Modi. Sin embargo, esto no implica que, si alguien exhorta al Gobierno a declarar el boicot a China, Modi cumpla necesariamente sus exigencias. Su Gobierno cuenta con cierta libertad en la toma de decisiones, enfatizó Kupriánov.
"El boicot a los productos chinos es una iniciativa regional. No es Modi quien ordena parar el comercio. Antes de los enfrentamientos en la frontera y antes de la pandemia, la India por el contrario consideraba el comercio con China una oportunidad increíble", recordó.
Los economistas indios opinan que la guerra comercial desencadenada por EEUU con China representa una gran oportunidad para la India, que busca ingresar al mercado del país vecino reemplazando algunos productos estadounidenses con los suyos.
"Por otro lado, el abandono del mercado chino por parte de las empresas estadounidenses beneficia a Nueva Delhi, porque sus bienes se retirarán precisamente a la India. Desde el punto de vista de las autoridades centrales, el país está interesado en aumentar el comercio con China para que este esté lo más controlado posible", resumió el experto. Y también agregó que si la tensión fronteriza va a la baja en el futuro, los llamamientos que buscan declarar un boicot se olvidarán paulatinamente.
De hecho, se conocen varios casos en la historia de las relaciones entre ambos países en los que la India estuvo lista para boicotear algunos bienes chinos y luego descubrió que no había reemplazos para ellos. En cualquier caso, ese país asiático necesitará los productos procedentes de China, al igual que necesitará sus materias primas para poder fabricar algunos bienes. Además, está interesada en la inversión china. Por ello, cualquier colapso de la cooperación con el país vecino contradice a los intereses nacionales de la India, concluyó.
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