La presencia militar de las tropas estadounidense durante 20 años en Afganistán “sólo resultó en tragedias y pérdidas, tanto para quienes lo hicieron, EE.UU., y más aún para las personas que viven en Afganistán”, ha afirmado este miércoles Putin en un encuentro con jóvenes, con motivo del Día del Conocimiento de Rusia. “El resultado es cero, por no decir negativo” ha recalcado al respecto.
Aludiendo a las raíces de la actual situación en Afganistán, el mandatario ruso ha cuestionado la política estadounidense de intentar “imponer sus propias normas, estándares” y diplomacia a otros países, poniendo de relieve que “es imposible imponer nada desde afuera”.
En este sentido, Putin ha enfatizado la importancia de cultura, tradición y filosofía de vida de las naciones que EE.UU. pretende, como proclama, “civilizarlas” y ha apostillado que el escenario requerido “debe madurar” y si alguien quiere que madure más rápido, mejor, es necesario ayudar a la gente.
Las declaraciones de Putin se han formulado después del anuncio oficial del Ejército norteamericano sobre la finalización de la retirada de sus tropas de Afganistán. El lunes, el Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) informó el término de la evacuación completa de las fuerzas estadounidenses del territorio afgano.
En 2001, bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezada por EEUU, invadió Afganistán.
A pesar de dos décadas de la presencia militar occidental. Kabul, capital afgana, cayó 15 de agosto a manos de los talibanes, después de la salida apresurada de las tropas extranjeras, encabezadas por EE.UU.
Según estima el proyecto “Costos de Guerra” de la Universidad Brown, la invasión de Estados Unidos a Afganistán segó la vida de más de 241 000 personas, entre ellas al menos 72 000 civiles. El mismo estudio informa que los contribuyentes estadounidenses gastaron 2,26 billones de dólares en esta guerra.
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