El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha asegurado este viernes que el país colaborará estrechamente con sus aliados de Asia Central y está preparado ante posibles acciones militares, aunque no ve “amenaza auténtica” de expansión de la inestabilidad de Afganistán a otras zonas.
“Mantenemos la pólvora seca, por supuesto. Pero, en este momento, no tenemos ninguna razón para creer que existe una amenaza auténtica de expansión de esos acontecimientos convulsos al territorio de nuestros aliados. Pero, hacemos todo lo posible para estar preparados ante tal situación”, ha recalcado el canciller ruso durante una rueda de prensa.
De acuerdo con Lavrov, las intenciones del grupo Talibán para luchar contra los grupos terroristas, como Al-Qaeda y Daesh, todavía “no han sido refutadas de ninguna forma”.
Previamente, los talibanes habían anunciado, mediante un comunicado, que ellos “no crearán problemas a sus vecinos”, incluidos los países de Asia Central, que no tienen planes para inmiscuirse en sus territorios y que lucharán contra los remanentes de los terroristas en Afganistán.
Lavrov ha subrayado que, sin la participación de los tayikos, uzbekos y otras minorías en el proceso político de Afganistán será “imposible” arreglar la situación. “Nosotros abogamos por ello desde un principio”, ha agregado.
Talibán, que gobernaba en Afganistán desde 1996 hasta 2001, se ha vuelto a hacer con el control de casi todo el país, después de que tomara el 15 de agosto Kabul, sin ninguna resistencia por parte de las fuerzas gubernamentales entrenadas por Estados Unidos y luego de que el presidente Ashraf Qani, un aliado de Washington, huyera del suelo afgano. El valle norteño de Panjshir, es el último bastión de lucha contra los insurgentes en el país centroasiático.
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