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jueves, 16 de octubre de 2014

¿Hacia una nueva carrera armamentística?

La situación actual de las relaciones entre EE UU y Rusia ha hecho que surja una retórica más propia de la guerra fría.

Mijaíl Gorbachov y Ronald Reagan firmaron el Tratado sobre misiles de largo y medio alcance en 1987.Fuente: AP


Cuando a un grupo de escolares rusos les enseñaron un simulador de lanzamientos de misiles nucleares en un búnker de Moscú reconvertido en museo y les dijeron que podían hacer un lanzamiento, la mayoría dirigió las cabezas nucleares virtuales hacia EE UU.


En cumplimiento del acuerdo INF, la URSS destruyó 1.752 misiles y decomisó 845 lanzaderas, tres instalaciones de producción y 69 bases de misiles. Mientras que los EE UU desmantelaron 850 misiles de alcance medio y corto, 283 lanzaderas, siete plantas de producción y nueve bases de misiles.

Esta anécdota la contó en las redes sociales uno de los profesores que asistió junto con su hijo adolescente. Supuso un shock para los que consideran la idea de un guerra nuclear entre Rusia y EE UU como una olvidada reliquia del pasado. Y la impresión fue más fuerte porque la generación más joven ni tan siquiera ha vivido con esa noción.

Sin embargo, cada vez hay más signos de desconfianza mutua y algunos se han dedicado a traer a la memoria la carrera armamentística nuclear. EE UU acusa a Rusia de violar el Tratado sobre Misiles de Corto y Medio Alcance (INF). "No nos hemos enfrentado al uso de las armas nucleares desde hace muchos años, desde 1945", declaró el general retirado Eugene Habiger, y que fuera comandante del Comando Estratégico de EE UU.

Aunque parece que oficiales a ambos lados del Atlántico están dispuestos a colocar la guerra nuclear como un nuevo asunto de importancia.

El pasado julio, EE UU acusó a Rusia de violar el Tratado sobre Misiles de Corto y Medio Alcance (INF) firmado por Mijaíl Gorbachov y Ronald Reagan en 1987.

El acuerdo establece "la obligación para no adquirir, producir ni hacer pruebas de misiles de crucero colocados en tierra y con un rango entre 500 y 5.500 km, y a no mantener ni producir lanzaderas para este tipo de misiles".

Según EE UU, Rusia violó el acuerdo al realizar un lanzamiento de un misil de crucero colocado en tierra. Como respuesta, Rusia declaró que eran los propios EE UU los que habían violado el acuerdo al realizar una prueba de un interceptor colocado en tierra, concretamente de un sistema de defensa dedicado a destruir de misiles balísticos estratégicos a mitad de su trayectoria, según explicó el general y profesor de las ciencias militares, Midijat Vildanov.

A mediados de septiembre, la vicesecretaria estadounidense para el Control de armas y la seguridad internacional, Rose Gottemoeller, visitó Moscú para participar en una reunión bilateral en relación al tratado, aunque ninguna de las partes quedo satisfecha con las negociaciones. Prometieron que el diálogo continuaría.

Por su parte, en 2020 se completará la mejora del potencial estratégico ruso, aclaró, Alexéi Arbatov, director del Centro de seguridad internacional en el Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales en la Academia de las Ciencias de Rusia.



Según explica, muchos de los principios y términos del tratado INF se recogían en el START (Tratado de reducción de armas estratégicas), lo que hace más significativo una retirada del INF. "Si hay problemas o violaciones del INF, entonces debería haber preocupación acerca de una próxima violación de los principios del tratado START. De esta manera se reiniciaría una nueva carrera de armamento estratégico y se crearía de nuevo un ambiente de confrontación seria entre Rusia y EE UU", declaró.

"Las violaciones del tratado INF de 1987 tienen unas implicaciones más serias de lo que la mayoría de la gente cree". Y aunque una gran parte de la población rusa no ha oído hablar del tratado, el poderío nuclear es todavía un motivo de orgullo, que para la generación más joven no viene acompañado del riesgo que supone una nueva carrera armamentística.

A finales de septiembre, un grupo que se hace llamar "La respuesta de moda a las sanciones en '¡no!", ha comenzado a distribuir camisetas con eslóganes del tipo: "Tú haces que mis Iskanders se sientas graciosos" o "Tópol no teme las sanciones", en referencia a los misiles balísticos rusos. Este grupo entrega la camiseta a aquellos que les den una de una empresa occidental.

¿Qué hay detrás de las acusaciones de EE UU?

El vice primer ministro Dmitri Rogozin, responsable del complejo militar-industrial ruso, anunció recientemente que Rusia está acelerando la puesta a punto de sus capacidades de disuasión nuclear.

El proyecto se completará en 2020. A principios de octubre, un informe del Departamento de Estado de los EE UU, mostró que por primera vez en la historia, Rusia había sobrepasado a EE UU en el número de cabezas nucleares desplegadas.

El general retirado Habiger no se opone completamente a que ambos países mantengan sus armas nucleares. Según declara, "el verdadero valor de las armas nucleares no es militar sino político. Se trata de disuadir a otros que también las tienen. Mientras estas armas estén ahí, mantenerlas en un depósito tendrá algún tipo de capacidad de disuasión", delcaró.

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