SOLO HABLAN AL TANTEO, EN REALIDAD ES UNA ESTRATEGIA PARA HACER QUE SE CONFÍEN HEZBOLA, SIRIA E IRÁN Y NO ESTÉN PREPARADOS PARA LA CONTRA-OFENSIVA ISRAELÍ
El ministro israelí de asuntos exteriores, Avigdor Lieberman, expresó el jueves su preocupación ante el poderío del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) en la región y la incapacidad de ese régimen en afrontar la situación.
Luego de condenar enérgicamente la contención y la falta de respuesta del régimen de Israel ante la operación de Hezbolá, lanzada en respuesta al ataque israelí del pasado 18 de enero en la región de Quneitra, en los altos de Golán sirios, el funcionario israelí pidió “acciones duras y firmes” al respecto.
“Si no respondes inmediatamente con fuerza, entenderán que Israel no puede responder de forma eficaz”, recalcó Lieberman para luego indicar que por lo menos a fin de mantener la capacidad de disuasión no se debería cometer un “error”.
Por otra parte, los daños recibidos por el régimen de Tel Aviv como consecuencia de la operación de Hezbolá han provocado críticas y preguntas sobre la disponibilidad operacional del ejército israelí en la zona de conflictos.
Al respecto, el ministro israelí de asuntos militares, Moshe Yaalon, mencionó el jueves que el vehículo blindado de sus fuerzas fue destruido por Hezbolá y reconoció que incluso si los soldados hubieran estado a bordo de un ‘Merkava’, tanque de combate principal y exclusivo de las fuerzas israelíes y conocido como el mejor tanque del mundo, no hubieran podido salir ilesos.
Por medio de un informe divulgado el jueves, el canal de televisión libanesa ‘Al-Mayadeen’ se refirió a la preocupación del régimen de Israel por los misiles modernos y sofisticados que utilizó Hezbolá en su operación desarrollada en la zona fronteriza de Shebaa, en el norte de los territorios ocupados palestinos.
Como consecuencia de esa operación realizada en represalia de la agresión israelí del pasado día 18 que se cobró la vida de seis miembros del movimiento libanés y un comandante iraní, dos soldados israelíes perdieron la vida y otros ocho resultaron heridos.
El régimen de Tel Aviv, a su vez, respondió con una serie de disparos que costaron la vida de un cabo español de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas en El Líbano.
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