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lunes, 2 de marzo de 2015
¿Están escenificando una ruptura Obama y Netanyahu para justificar un ataque unilateral de Israel contra Irán?
Estados Unidos e Israel intentan establecer un "conflicto diplomático" fingido para justificar un "unilateral" ataque israelí contra Irán.
En un documento de política de Estados Unidos de 2009 publicado por la corporativa-financiera Brookings Institution, se dejó claro que los EE.UU. estaban decididos a provocar a Irán a un conflicto y en efecto cambiar su régimen a cualquier precio - hasta e incluyendo una invasión militar directa y la ocupación de Irán con tropas estadounidenses.
Sin embargo, antes de que se llegara a eso, las autoridades de la Brookings Institution exploraron otras opciones que incluyen fomentar el malestar político respaldado por Estados Unidos junto con fuerza violenta encubierta, el uso del Departamento de Estado de Estados Unidos de la lista de organizaciones terroristas extranjeras para llevar a cabo asesinatos y ataques dentro de Irán, y ataques aéreos limitados llevados a cabo por los EE.UU., Israel, o ambos.
En retropspectitva, en 6 años en adelante, todos estos trucos no sólo se han intentado de una manera u otra en Irán, sino que se han empleado demostrablemente en la vecina Siria para disminuir su fuerza - que según Brookings - es un requisito previo necesario antes de hacer la guerra contra Irán.
Y de especial interés - teniendo en cuenta lo que parece ser un conflicto diplomático cada vez mayor entre los Estados Unidos e Israel - es la precisión con la que los EE.UU. han planeado secretamente recuperar lo que se hace aparecer como "unilateral" primer ataque israelí contra Irán - un ataque que parece estar en proceso de ser justificado a través de una campaña de propaganda cuidadosamente orquestada que está desarrollándose actualmente.
De la propia boca de los políticos estadounidenses
En el documento de política de 2009 de la Brookings Institution titulado, "¿Qué camino a Persia? Las opciones para una nueva estrategia estadounidense hacia Irán", deja claro que las negociaciones con Irán sobre su programa nuclear no son más que un teatro, y que serán utilizadas para dar al mundo la impresión de que Estados Unidos explora todas las opciones "pacíficas" posibles antes de recurrir a un cambio de régimen violento.
El informe establece específicamente que:
...Cualquier operación militar contra Irán probablemente será muy impopular en todo el mundo y requiere el contexto internacional adecuado tanto para garantizar el apoyo logístico que la operación requeriría y para minimizar el retroceso de ella. La mejor manera de minimizar el oprobio internacional y maximizar el apoyo (ya sea a regañadientes o encubierto) es de atacar sólo cuando hay una convicción generalizada de que a los iraníes se les dio, pero luego rechazaron, una oferta excelente y una tan buena que sólo un régimen decidido a adquirir armas nucleares y adquirirlas por las razones equivocadas podrían rechazar. En estas circunstancias, los Estados Unidos (o Israel) podrían representar sus operaciones como sacadas del dolor, no de la ira, y al menos algunos en la comunidad internacional concluirían que los iraníes se la "trajeron encima ellos mismos" al negarse a un muy buen trato.
Por supuesto, Irán - como lo ha admitido la misma Brookings Institution - no se rige por el liderazgo irracional, y no rechazaría una genuinamente "excelente oferta." La Institución Brookings admite abiertamente que los EE.UU. siguen una doble política exterior - una para el consumo público (haciendo "ofertas magníficas") y otra destinada a garantizar que Irán parezca todo lo irrazonable posible.
En un momento en el documento de política, Brookings declararía:
La verdad es que todos estos casos serían un desafío llevarlos a cabo. Por esa razón, sería mucho más preferible que los Estados Unidos podrían citar una provocación iraní como justificación para los ataques aéreos antes de lanzarlos. Es evidente que mientras más escandalosa, más letal, y cuanto más no provocada fuera la acción iraní, mejor sería para los Estados Unidos. Por supuesto, sería muy difícil para los Estados Unidos incitar a Irán a una provocación sin que el resto del mundo reconociera este juego, que luego la socavaría. (Uno de los métodos que tienen alguna posibilidad de éxito sería la de hacer esfuerzos de cambio de régimen encubiertos con la esperanza de que Teherán tomaría represalias abiertamente, o incluso semi-abiertamente, que podrían ser interpretados como un acto de agresión iraní no provocada.)
Aquí, los políticos de Brookings abiertamente conspiran para socavar la paz mundial mediante "incitar" a otra nación a una guerra que no quiere ni le beneficiaría. Provocar una nación que no representa una amenaza a la seguridad nacional de los Estados Unidos es una clara violación del derecho internacional - con el estudio de Brookings que sirve como una confesión firmada literal.
Sin embargo, a pesar de esta admisión abierta, conspirar contra la paz mundial, lo que es más interesante para los planes de Estados Unidos es negar cualquier responsabilidad por un ataque mediante usar a su representante regional, Israel, para llevarlo a cabo en su lugar. Se establece específicamente en un capítulo titulado "Permitir o animar a un ataque militar israelí", que dice:
...La ventaja más sobresaliente que esta opción tiene sobre la de una campaña aérea estadounidense es la posibilidad de que solo Israel sería culpado por el ataque. Si esto resulta cierto, entonces los Estados Unidos podrían no tener que hacer frente a la represalia iraní o a la reacción diplomática que acompañaría a una operación militar estadounidense contra Irán. Podría permitir que Washington tuviera su pastel (retrasar la adquisición de un arma nuclear de Irán) y al mismo tiempo no socavar muchas otras iniciativas diplomáticas regionales de Estados Unidos.
Para sorpresa de nadie el diario británico Daily Mail informa ahora en un artículo titulado, "El presidenteObama amenazó con derribar aviones israelíes si atacaban las instalaciones nucleares iraníes el año pasado, afirman fuentes", que dice:
El presidente Obama habría evitado un ataque militar israelí contra las instalaciones nucleares de Iránen 2014, amenazando con derribar aviones israelíes antes de que pudieran llegar a sus objetivos, de acuerdo con informes que surgen desde el Medio Oriente este fin de semana.
La amenaza de los EE.UU. obligó al Primer Ministro Binyamin Netanyahu a abortar un ataque planeado contra Irán, informó el diario kuwaití Al-Jarida.
Netanyahu estará en Washington para un discurso ante el Congreso el martes dirigidos directamente a descarrilar la preciada oferta de Obama para un acuerdo diplomático con Teherán.
Aquí, el Daily Mail repite una narrativa creciente que encaja perfectamente con la ya dilatada política exterior estadounidense que se describe en el informe de la Brookings Institution en 2009. De hecho, la perspectiva de "derribar" aviones israelíes se discutió como uno de los muchos accesorios utilizados en este teatro geopolítico.
Los EE.UU., según lo prescrito por Brookings, es retratado como desesperadamente tratando de forjar una alianza casi injustificable con Irán, mientras que el "perro loco" Israel busca atacar unilateralmente a Irán - dando así a los EE.UU. la negación plausible que afirmaba abiertamente que intentaría falsamente crear antes de cualquier ataque israelí contra Irán. Debe tenerse en cuenta que la suma de la fuerza militar de Israel es el resultado de un largo, extenso y continuo apoyo militar de Estados Unidos que significa que la operación militar israelí es incluso posible sin EE.UU..
También es de interés los habituales, beligerantes e inhumanos actos de Israel tanto contra su propio pueblo como contra los palestinos de cuyas tierras Tel Aviv se ha apoderado y sigue ocupando. La naturaleza de estos actos no es uno de autoconservación, sino de provocación intencional - la creación de divisiones políticas predecibles en todo Occidente fácilmente manipuladas especialmente en momentos como estos, donde un ataque "lamentable" contra Irán, una nación que Occidente ha fracasado hasta ahora en derrocar con terrorismo, con sedición respaldada por Estados Unidos, con sanciones y con provocaciones encubiertas, ahora está sobre la mesa.
También está claro que el documento de política de 2009 "¿Qué camino a Persia?" aún representa una ventana viva de una doctrina mucho más profunda y bien arraigada que aún hoy en día se utiliza para reordenar el Medio Oriente en alineación con los intereses especiales occidentales. Es una confesión firmada de una conspiración evidente ahora contra la paz y la estabilidad mundiales. Debe leerse, en su totalidad, ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ante quienes lo escribieron y que los intereses corporativo-financieros que lo patrocinaron se presenten ante la justicia internacional.
Cualquier cosa menos demuestra que los Estados Unidos y sus aliados regionales, no Irán, son los estados canallas, que están trabajando en contra de la paz y la estabilidad mundial, con muchos ejemplos ya de sus atrocidades en pantalla, y más - al parecer - aún por venir. FUENTE
Fuente: Land Destroyer
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