“Rusia ha introducido en Ucrania en los últimos meses más de 1.000 unidades de armamento: tanques, artillería y sistemas de defensa antiaérea. Moscú debe dejar de apoyar a los separatistas”, dijo Stoltenberg el jueves en una conferencia conjunta con el primer ministro italiano, Matteo Renzi.
© REUTERS/ MICHAELA REHLE
También subrayó que cualquier avance de las milicias sería una violación del armisticio y de los acuerdos de Minsk.
“Cualquier intento de ampliar aún más el territorio controlado por los separatistas será una violación de los acuerdos de Minsk y el armisticio, lo cual es inaceptable para la comunidad internacional”, dijo Stoltenberg.
Además, aplaudió los indicios de disminución de los enfrentamientos armados en Ucrania y manifestó su esperanza en que el armisticio lo cumplan todas las partes.
“Celebro la orden emitida recientemente de reducir la intensidad de los combates en Ucrania”, dijo y añadió que hay esperanzas de que “el armisticio por fin se cumpla en su totalidad” y que “lo importante aquí es que todas las partes respeten por completo el alto el fuego y retiren el armamento pesado”.
Las autoridades de Kiev y varios países occidentales han declarado previamente que Rusia es culpable de interferir en el conflicto del este de Ucrania. El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, considera que estas declaraciones son “insinuaciones públicas carentes de pruebas”.
Los inspectores internacionales no han hallado indicios de que Rusia viole las fronteras de Ucrania. Moscú ha declarado en reiteradas ocasiones que no forma parte del conflicto interno ucraniano y que no envía equipos a las milicias independentistas.
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