La incursión de Operaciones Especiales Delta de Estados Unidos que mató al jefe del petróleo del Estado Islámico Abu Sayyaf este Sábado, 16 de mayo, no podría haber tenido lugar sin la coordinación previa de Estados Unidos con Damasco y Moscú, según informes de fuentes militares de Debkafile. La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional Bernadette Meehan anunció después de la operación: "El gobierno de Estados Unidos no se coordinó con el régimen sirio, ni les aconsejaron antes de la operación." Pero esa afirmación no excluye una posible notificación de los EEUU de la inminente incursión a Moscú, que luego se la pasó a Damasco.
Por tanto, la operación fija más de un nuevo hito en Oriente Medio: No sólo los EE.UU. ponen sus primeras botas sobre el terreno en Siria, sino que los EE.UU., Rusia y el régimen de Assad parecen estar tirando juntos por primera vez contra el Estado Islámico - en la misma forma en que Washington está canalizando su cooperación con Irán en contra de ISIS por Bagdad.
Nuestras fuentes militares tienen en cuenta que la zona de operación - Al-Amar a unos 20 km al sureste de Deir El-Zour en el este de Siria - está llena de unidades de defensa antiaérea de Siria, mientras que las instalaciones de defensa aérea de Rusia cubren la distancia de allí a Damasco. ¿Qué probabilidades hay de que todos ellos perdieran de vista a los helicópteros que transportaron a las tropas allí?
Es aún menos probable, dado los detalles de la operación que fueron saliendo a la luz este Domingo, 17 de mayo. Ahora parece que Abu Sayyaf no era el único objetivo, sino que 32 combatientes de ISIS fueron asesinados en el mismo complejo lo que incluye a cuatro más de sus líderes - todos ellos marroquíes. Fuentes estadounidenses identificaron a uno de ellos como el jefe militar del grupo, Abo Omar al-Shishani.
La atrevida incursión Delta puede decirse que han fracasado en un aspecto importante: Ninguno de los cinco líderes de alto valor de ISIS fue capturado vivo - o cualquiera de sus 27 guardaespaldas. El objetivo principal de la misión era capturar a cinco principales líderes del Estado Islámico para demostrar el brazo largo de Estados Unidos contra sus enemigos, así sacando de ellos todos los desechos de inteligencia en un interrogatorio.
Alternativamente, habrían servido como moneda de cambio para salvar la vida de cualquier estadounidense tomado como rehén por los terroristas islamistas.
Los comandantes de la operación se felicitan por dos proezas: Todos los soldados regresaron ilesos. Y segundo, capturaron un gran alijo de documentación digital y de otro tipo que debe ofrecer valiosos datos sobre las finanzas de ISIS y su jerarquía de mando.
Con la tecnología disponible hoy en día, Abu Sayyaf, también conocido como Abu Muhammad al-Iraqi o Abd al-Ghani, se le podía haber liquidado con tan solo pulsar un botón desde un avión no tripulado estadounidense en una base de Jordania, Irak o desde un portaaviones en el Mediterráneo, y ahorrase el arriesgar tropas estadounidenses colocándolos en el interior de un recinto militar del Estado Islámico. Uno o más drones armados con bombas guiadas por láser podrían haber rondado por encima.
Por otro lado, sólo un gran grupo de combatientes de élite (estimados en 70 a 100), transportados porOspreys V-22 y helicópteros Black Hawk podría haber penetrado en las oficinas y los hogares de los jefes financieros del Estado Islámico y despojarlos de sus equipos y otras unidades de almacenamiento digital de documentos donde registran los movimientos de personal y dinero.
Para llevar a cabo su misión, la fuerza Delta debe haber tenido el respaldo de cientos de combatientes en el primer y segundo circulos de respuesta, así como médicos, logística, guerra electrónica, personal de inteligencia y de comunicaciones, así como la cobertura aérea.
Drones habrían alimentado la inteligencia de la unidad en tiempo real.
La única forma en que la unidad de elite estadounidense podría haber funcionado sin miedo a ser abatidos por el fuego masivo de misiles tierra-tierra de las fuerzas sirias cerca de la escena era si instrucciones previas fueron transmitidas a las unidades de defensa aérea siria y rusas para no abrir fuego. Esas baterías están equipados para identificar cualquier objeto que tome el cielo en el Medio Oriente. Sin su cooperación en hacer la vista gorda a la actividad militar inusual estadounidense durante una "ventana de trabajo" de unas pocas horas, los helicópteros que transportaban a los soldados estadounidenses para atacar habrían entrado en una trampa mortal de misiles y sufrido grandes pérdidas de vidas.
Es más que probable que este acuerdo se estableciera en secreto cuando el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry visitó al presidente ruso Vladimir Putin en Sochi el 12 de mayo. Se puede suponer que el líder ruso aprobó en silencio la operación y se adhirió a la petición de Kerry para dar a Damasco el aviso.
Fuente: Debkafile
No hay comentarios:
Publicar un comentario