Dentro de poco van a entender los motivos por los cuales el camerunés Jean Paul Pougala es uno de nuestros autores favoritos, por lo que vamos a resumir algunos de sus artículos, empezando por el de hoy mismo, que lleva el título siguiente: “Lección de geoestrategia africana número 84: suspensión de la televisión 'Afrique-Media'. ¿Financian Francia y Estados Unidos a Boko Haram?”(1).
El artículo empieza recogiendo un titular triunfalista, por no decir imperialista, del diario francés Liberation: “Una cadena de televisión africana suspendida por haber afirmado que Francia apoya a Boko Haram”, lo que conduce a Pougala a preguntarse que, en el caso de que eso sea cierto, los gobiernos deben cerrar aquellas cadenas de televisión cuyas informaciones no sean ciertas.
En el caso contrario, si es cierto que Francia apoya a Boko Haram, la censura sube de tono y, además, pone al descubierto el papel lacayuno del gobierno de Camerún, que se arrodilla ante los imperialistas.
Que Francia apoya a Boko Haram no sólo lo ha afirmado la televisión “Afrique Media” sino dos de los tres jefes de Estado que luchan contra los takfiristas africanos: Nigeria y Chad. En el caso de Nigeria, el presidente Muhammadu Buhari se lo dijo a la cara a Obama cuando le visitó en la Casa Blanca el 20 de julio: “Al rechazar el envío de armas a Nigeria Estados Unidos ayuda y estimula al grupo islamista Boko Haram”. La frase no se la inventa Pougala sino que fue recogida por la agencia Reuters.
En efecto, en plena guerra contra Boko Haram, Estados Unidos ha puesto a Nigeria en la lista negra. El país africano padece un embargo de armas de Estados Unidos y todos los países occidentales por tratarse de un país que no respeta los derechos humanos, lo cual tiene como consecuencia que los takfiristas estén mejor armados que el gobierno que les combate.
Lo mismo que las zonas de exclusión aérea en Irak y en Libia, el embargo de armas sobre Nigeria es lo que le ha permitido a Boko Haram implantarse sólidamente en determinadas regiones fronterizas de Nigeria.
Pougala denuncia, además, la presentación que hace la BBC británica de la guerra, al exponer las cifras de muertos que causan los takfiristas (10.000) junto a las que causa el ejército nigeriano (8.000), añadiendo que la mayor parte de ellos son civiles, víctimas inocentes. Nunca hay cifras de las bajas de Boko Haram. Es la manera que tiene la BBC de justificar el embargo.
A causa de la guerra y del embargo, el 6 de agosto el presidente nigeriano anunció la creación de una fábrica de armamento con patente rusa.
De Nigeria Pougala pasa a relatar la visita que el 4 de marzo realizó el ministro chadiano de comunicación a Camerún, donde en una rueda de prensa informó de que “el 40 por ciento de las armas capturadas por el ejército de su país a los milicianos de Boko Haram son de fabricación francesa”, según testimonio de la agencia de noticias Anadolu, a lo que el ministro chadiano añadió: “Mi país muestra esas imágenes y las seguirá mostrando para que quienes las fabrican sepan que esas armas no se encuentran donde deberían estar”. Su homólogo camerunés, presente en la rueda de prensa confirmó: “Ningún país africano fabrica esas armas. Todos los países africanos compran armas a Francia, Rusia o Estados Unidos”.
¿Cómo es posible que el 40 por ciento del armamento de Boko Haram sea de fabricación francesa? Cada arma, cada pistola y cada fusil tienen un número de serie, lo mismo que los móviles, por lo que a Francia no le debería resultar complicado seguir el rastro de sus armas. Sin embargo, en lugar de dar explicaciones prefiere censurar a la televisión que les denuncia como responsables de la muerte de 10.000 africanos.
Luego Pougala recuerda el artículo de Rukmini Callimachi, publicado por el New York Times el 19 de julio, sobre la financiación de los yihadistas con el pago de los rescates (2). ¿Quién paga esos rescates? A la cabeza de los que financian el terrorismo con el pago de los rescates está Francia pero, además, hay otros países europeos, esos mismo que juran y perjuran que jamás negocian con los terroristas.
Callimachi inicia su relato en 2003 en Mali, cuando un funcionario alemán descendió de un avión militar con tres maletas cargadas de dinero, 5 millones de euros. El dinero salió de los presupuestos públicos del Estado alemán destinados a la ayuda humanitaria. El dinero pasó a las manos de una oscura banda que tenía secuestrados a 32 europeos. Alemania, que regatea el dinero a Grecia, se lo entrega a un grupo mafioso que opera en el desierto del Sáhara...
Como consecuencia de ello, 10 años después hay un poderoso grupo terrorista operando en el norte de Mali y, como consecuencia de sus actividades, Francia ocupó militarmente el país. Los mismos que crean el problema (terrorismo) tienen luego la solución, la salvación, que consiste en enviar tropas, invadir países y destrozarlos.
En su artículo Callimachi dibuja un cuadro de los secuestros que se producen en el mundo y los rescates que se han pagado por ellos. Del mismo se deduce que entre 2008 y 2014 Francia ha pagado casi 60 millones de dólares para liberar a 14 rehenes. Irónicamente Pougala concluye: Francia es el mejor cliente para los secuestradores del mundo; con sólo 65 millones de habitantes ha tenido más secuestrados que ningún otro país. Con 375 millones de habitantes, Estados Unidos y Gran Bretaña sólo han tenido 5 secuestrados en el mismo periodo de tiempo.
La diferencia es que unos pagan los rescates y los otros no. Por lo tanto, como concluye Callimachi en su artículo, Francia se ha convertido en la primera fuente de financiación del terrorismo yihadista, especialmente en África.
A los políticos franceses les encanta hacerse fotos en el aeropuerto con los rehenes recién liberados. Están deseando que haya más secuestros para salir en la primeras planas de los telediarios.
FUENTE
(1) http://pougala.org/lecon-de-geostrategie-africaine-n84-suspension-de-la-television-afrique-media-la-france-et-les-etats-unis-financent-ils-boko-haram/
(2) http://www.nytimes.com/2014/07/30/world/africa/ransoming-citizens-europe-becomes-al-qaedas-patron.html
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