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jueves, 7 de julio de 2016

¿Será Deutsche Bank un nuevo Lehman Brothers que colapsará el mundo?

La realidad económica está cada vez más agitada en los tiempos que corren. El cambio económico chino y el impacto que ha tenido en las economías emergentes (como es el caso de Brasil), la guerra de divisas que estamos presenciando a nivel mundial, la ralentizada subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal Americana o la caída estrepitosa del precio del crudo. Ahora se suma las elecciones favorables al Brexit, con toda la incertidumbre que está provocando a nivel económico y social las dudas de activar el famoso artículo 50 del Tratado de Lisboa, el cual permite dos años para el proceso de salida y marcar todas las relaciones económicas y de emigración con la Unión Europea. Bien, ahora nos enfrentamos a la más que posible quiebra de uno de los bancos más grandes del mundo, el Deutsche Bank.

En el artículo analizaremos todos los aspectos a considerar sobre la posible caída de dicha institución bancaria, así como su similitud a uno de los episodio más sórdidos de la historia económica moderna, la caída de Lehman Brothers el 15 de Septiembre de 2008. Si algo hemos aprendido de la historia económica reciente, y del caso de Lehman Brothers en concreto, es que las corporaciones ¨Too big to fail¨ (demasiado grandes para fallar), también quiebran con todo lo que ello implica a nivel mundial desde un punto de vista económico y social.

Deutsche Bank ha suspendido las pruebas de stress aplicadas por la FED, y el Fondo Monetario Internacional ha señalado al banco como el que mayor riesgo tiene, en producir un nuevo tsunami financiero a nivel mundial.

Deutsche Bank vs. Lehman Brothers



Algo que nos va a ayudar de forma bastante práctica, para entender lo que está pasando con Deutsche Bank, y saber a lo que nos enfrentamos, es entender que pasó con Lehman Brothers hace años, la historia aunque no es exacta, se parece bastante.

El banco de inversión Lehman Brothers que disfrutó del crecimiento que provocó la segunda burbuja financiera en la época de Alan Greenspan al frente de la FED, y digo la segunda, porque ya se había provocado otra, la burbuja punto.com. Esta segunda burbuja impactó al sector inmobiliario. El 18 de Junio del 2002, el Presidente de los E.E.U.U, George W. Bush pronunció su famoso discurso en el que promulgaba que la adquisición de una vivienda en propiedad, conformaba parte del sueño americano. De ahí que la FED tomara cartas en el asunto, y favoreciese la medida reduciendo los tipos de interés del 6% al 1%, para abaratar el crédito y se desató la locura.

La compra de inmuebles en bloque no se hizo esperar, y los bancos con un afán desmesurado de lucro, daban créditos hipotecarios hasta aquellos que no podían devolverlo. Los famosos NINJA (No Incomes, No Jobs, No Assets), es decir gente que no tenían trabajo, ni ingresos, ni ningún tipo de activo. Obviamente, todas estas hipotecas de elevadísimo riesgo eran a su vez revendidas por bancos comerciales a bancos de inversión, los cuales generaban los famosos paquetes hipotecarios, donde combinaban hipotecas con altos niveles de liquidez, y por tanto poco riesgo, con estas de elevadísimo riesgo. Dichos activos eran conocidos como CDO´s (Collateral Debt Obligation) los cuales eran emitidos y vendidos a otros bancos de forma global.

Dos semanas antes de la quiebra de Lehman Brothers, todas las empresas de rating americanas, S&P, Fitch o Moodys daban la calificación más alta de liquidez y solvencia a Lehman Brothers (AAA+).

Cierto es, que el caso actual de Deutsche Bank, las causas no se deben a ninguna burbuja inmobiliaria a día de hoy, pero si a un entorno macroeconómico inestable pocas veces visto con anterioridad. Es preciso comparar datos para ver la situación económico-financiera de Deutsche Bank con Lehman Brothers cuando quebró:
La caída en picado de la capitalización bursátil de Lehman Brothers antes de la quiebra. Las acciones de Deutsch Bank están practicamente en caída libre,como las de Lehman Brothers en su momento, las cuales están en torno a los 13.91 euros/acción, lo que implica una caída del 45% en este último año. Aunque más vértigo da ver la evolución del precio de la acción desde el 2008, cuya caída es superior al 90%. La capitalización bursátil del banco está entorno a 20 mil millones de dólares, muy por debajo de su valor en los libros contables, en torno es 67 mil millones, lo que implica un descuento en torno al 70%.


La evolución de las acciones de Deutsche Bank, las cuales parecen abocadas a caer hasta 0, como ya lo hicieran en su momento las acciones de Lehman Brothers. Las reacciones no se han hecho esperar, George Soros, a través de sus Hedge Funds a empezado a vender en corto acciones del banco, ¨invirtiendo a la contra¨, ya que la tendencia bajista parece ser irremediable. Vender a corto, implica que una compañía de Hedge Funds toma prestadas unas acciones por parte de un accionista de Deutsche Bank durante un tiempo limitado. En el momento que las adquiere las vende por que estima que van a caer, y después cuando las acciones realmente caen y vence el periodo para su devolución, las vuelve a comprar por un precio mucho más bajo, generando una plusvalía o ganancia, de la cual se deduce la consiguiente comisión a pagar por dicho préstamo de acciones al inversor primero, en el momento de la devolución¨. Esta es una de las muchas formas de ¨invertir a la contra¨.


Apalancamiento. Otro signo de similitud entre Lehman Brothers y Deutsche Bank, es el volumen de apalancamiento (Gearing o Levarage, en inglés). Las cifras no pasan desapercibidas. Momentos antes del colapso de Lehman Brothers, su balance de situación arrojaba un volumen de activos de 639 mil millones, y un pasivo de 619 mil millones de dólares respectivamente, lo que implicaba una proporción de apalancamiento de 31:1. Es decir, por cada dólar de capital propio, había 31 dólares de endeudamiento. Las cifras arrojadas por los estados financieros de Deutsche Bank en Diciembre del 2015, muestran un volumen de activos de 1.63 billones de euros (sí, billones) y un pasivo de 1.56 billones de euros, lo que implica un ratio de apalancamiento todavía mayor, en torno al 40:1. Es decir, por cada euro de capital propio, hay 40 euros de deuda, lo que implica un endeudamiento desorbitado. Tampoco han ayudado las LTRO (Long Term Refinancing Operations), o lo que coloquialmente se conoce como ¨la barra libre del Banco Central Europeo¨. Esto es, que el Banco Central Europeo emite dinero gratuito a la banca comercial privada. Es decir, deuda a un tipo de interés del 0% a los bancos para capitalizarse, lo cual no deja de ser un incremento del pasivo bancario en sus balances, aunque en principio no generen gastos financieros.

Otras magnitudes a considerar en el colapso de Deutsche Bank



En el apartado anterior veíamos aspectos comunes entre Deutsche Bank y Lehman Brothers antes de su quiebra. Bien, aparte de esos aspectos comunes, hay otros aspectos a considerar, al margen de la comparativa con Lehman Brothers, en el derrumbe del gigante alemán.

La política monetaria del Banco Central en un entorno de tipos de interés nulos, no ayuda a los bancos a sacar márgenes de ganancia en los intereses netos. Esto es, la diferencia entre los ingresos por intereses y los gastos por intereses se reducen cada mes más. Como se puede apreciar en sus cuentas anuales para el 2015 La pérdida obtenida por el Deutsche Bank en 2015 está en torno a 6.7 mil millones (después de impuestos), y que es por la reducción de los márgenes netos de interés, al incremento de los gastos no financieros, es decir al pago de gastos por comisiones a acreedores debido a una tendencia generalizada por parte del sector bancario a compensar sus exiguos ingresos por intereses, con ingresos por comisiones. Esto hace que los ingresos/gastos por comisiones tengan un peso específico mucho más alto en las cuentas anuales de los bancos. Por último, el batacazo dado por la depreciación de su Goodwill, o Fondo de Comercio con una caída de 5.7 mil millones de euros, que son todos los activos intangibles de la corporación, tales como marca comercial, cartera de clientes, prestigio en el mercado, etc..

La alta exposición al mercado de derivados. Actualmente Deutsche Bank tiene un volumen de 75 billones de dólares en derivados,lo que implica 5 veces el PIB de la Unión Europea y 20 veces el PIB alemán. También representa el 13% de mercado total de derivados en el mundo que se cifra en torno a 550 billones de dólares. En principio, esa no es la cifra a considerar en caso de rescate, ya que muchos activos se compensan con otros pasivos. Dichos derivados dependen de activos subyacentes, lo cuales pueden a su vez ser tóxicos y equiparables a las hipotecas subprime de Lehman Brothers.



Otro impacto a considerar es el ¨Brexit¨. El 19% de sus ingresos vienen del UK. Toda la incertidumbre generada en torno al nuevo escenario mundial con el Reino Unido fuera de la Union Europea está impactando negativamente en todo el sector bancario mundial, y concretamente en el banco alemán, el cual puede ver depreciado su facturación total en un 19%, si rompe toda su relación comercial con los británicos.

Riesgo sistémico. Este fenómeno hace referencia al riesgo que se produce si una corporación de esta envergadura quiebra y al impacto sobre el volumen insolvencias que generan en otras grandes corporaciones y bancos de inversión. De modo que, estos acreedores generan otras insolvencias sobre otros acreedores, y así sucesivamente generando un efecto dominó de colapso financiero mundial, como ya ocurrió con Lehman Brothers. Esto es debido en parte, al sistema bancario de Reserva fraccionaria o coeficiente de caja, por el cual el Banco Central marca el volumen de depósitos mínimos que deben ser mantenidos en un banco comercial, invirtiendo el resto en un segundo banco comercial. El segundo banco hace la misma operación, mantiene el porcentaje de dinero mínimo que exige el Banco Central, y que ha recibido del banco comercial primero e invierte el resto en un tercero, y así sucesivamente, generando lo que se llama el efecto multiplicador de dinero o multiplicador monetario. Ese es el mecanismo por el cual la banca comercial privada genera la mayor parte del dinero que hay en circulación en la economía, y no el Banco Central como mucha gente cree. El impacto global del riesgo sistémico que puede producir la quiebra de Deutsche Bank sobre el tejido bancario mundial, es amplio.


El último dato a considerar son los CDS (Credit Default Swaps). Son seguros emitidos en los mercados financieros, y que aseguran la posible falta de liquidez e insolvencia sobre un activo concreto. La particularidad de estos seguros, es que puedes comprar el seguro, sin adquirir el activo que dicho seguro cubre. Por tanto, si una empresa concreta quiebra, y usted tiene el seguro sobre los activos de la empresa sin haber adquirido dichos activos, usted cobra igual por la contingencia producida. Es muy fácil ¨invertir a la contra¨ en estas situaciones. Los CDS de Deutsche Bank han aumentado su valor de mercado de los 100$ a los 250$, lo que supone que el mercado estima un incremento de la posibilidad de insolvencia por parte de Deutsche Bank en torno al 150%.
El colapso que viene

Todo parece indicar que estamos a punto de sufrir otro colapso financiero global, esta vez debido a Deutsche Bank. Las cifras ofrecidas invitan al análisis de sus posibles consecuencias. ¿Preocupación?, sí, mucha. No debemos olvidar, que el volumen de activos de Lehman Brothers representaba sólo el 3% por ciento del PIB de E.E.U.U, y aún así quebró. O como el impacto que generó en el resto del sector bancario mundial, que implicó rescates a la banca, rescates a otros países de Europa, políticas de austeridad.... y mas políticas de austeridad.

Este caso es peor ya que el volumen de activos sobre el PIB de Alemania o sobre el de la UE tiene un peso especifico muchísimo más alto. ¿Cómo vamos a rescatar al gigante, si todos los demás somos infinitamente enanos?, ¿cómo se puede salir de una situación así?, ¿tiene el sistema capitalista realmente futuro?.

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