Donald Trump asegura que de ser presidente reconocerá a Crimea como parte de Rusia y llama a respetar la decisión de los crimeos de ‘estar con Rusia’.
“Por lo que he podido oír, la gente de Crimea quiere estar con Rusia antes que allí donde estaban”, declaró el domingo el candidato republicano a la Presidencia de EE.UU. en una entrevista concedida a la cadena estadounidense ABC Newsen la que también añadió que EE.UU. debe tenerlo en cuenta.
Trump, en otra parte de sus declaraciones, se manifestó esperanzado de que el reconocimiento de Crimea como parte de Rusia pueda revertir en mejorar las relaciones con Moscú y suscitar que ambas naciones sigan cooperando en su lucha para “acabar con el grupo terrorista EIIL” (Daesh, en árabe). "Unas buenas relaciones con Rusia son algo bueno, no algo malo", agregó.
A este respecto y con el fin de justificar su decisión de mejorar los lazos con Rusia, el aspirante republicano alabó las “ayudas rusas” en la lucha contra Daesh, al mismo tiempo de subrayar la esterilidad de la “obsoleta” Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para proteger a los estadounidenses.
Estas declaraciones de Trump muestran su postura contraria a la del actual presidente Barack Obama en cuanto a la conexión rusa de Crimea, teniendo en cuenta que, este último ha impuesto sanciones económicas a Rusia por anexarse el referido territorio alegando la supuesta intervención de Moscú —que el Kremlin niega— en la crisis de Ucrania, iniciada en febrero de 2014, a raíz de la cual las relaciones entre Rusia y Occidente se han deteriorado.
Asimismo ante una pregunta sobre su rival demócrata, Hillary Clinton, la acusó de no hablar del "desastre" y “problemas del país y todo el mundo” que, a su parecer, han sido causadas por la misma exsecretaria de Estado estadounidense quien, señaló, ha dado pie al surgimiento del EIIL "por estupidez, falta de conocimiento y mal juicio".
Mientras Trump, con estas palabras, ha expresado su intención de normalizar las relaciones con Rusia, se estima que la elección de Clinton como la presidenta de EE.UU. no mejoraría los lazos entre Moscú y Washington y que tampoco haría una diferencia notable en la referida cuestión.
Estos hechos se producen mientras la última divergencia entre los dos candidatos presidenciales –que no han dejado de acusarse desde el inicio de su campaña primaria– haya sido el caso de los correos electrónicos de Clinton quienacusa a Trump de “apoyar” al presidente ruso, Vladimir Putin, por haber urgido a Moscú a hackear y publicar los emails de la aspirante demócrata.
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