Muy pocas veces las autoridades estadounidenses habían experimentado una humillación tan clara y contundente en la arena internacional como la que recibieron en las recientes negociaciones sostenidas por el grupo OPEP+ en Viena, opina el columnista de Sputnik Iván Danílov.
Según el autor, la principal pregunta en esta reunión que se celebró el 5 de diciembre en la capital austriaca fue: ¿cuán listos estaban los participantes de la OPEP+ para ir en contra de la voluntad de EEUU?
Esta pregunta fue especialmente importante en el contexto de las amenazas que las sanciones y las herramientas de influencia de EEUU podrían representar para los participantes [de la OPEP+] tras la posible aprobación de la llamada Ley Contra Cárteles de Producción y Exportación de Petróleo —o NOPEC, por sus siglas en inglés-", escribe Danilov en su artículo para Sputnik.
Una vez aprobada, NOPEC permitiría al Gobierno de EEUU presentar demandas antimonopólicas en los tribunales estadounidenses contra los participantes de los cárteles petroleros.
El columnista recuerda que antes de la reunión celebrada en Viena, Donald Trump presentó sus demandas a través de un tuit.
"¡Ojalá la OPEP siga manteniendo los flujos de petróleo tan como están, no restringidos. El mundo no quiere ver, ni necesita, el aumento de los precios de crudo!", escribió el mandatario estadounidense.
Según el periodista ruso, este no fue el único método que las autoridades estadounidenses emplearon para influir en los participantes del grupo OPEP+ y especialmente en Arabia Saudí. También lo trataron de hacer a través de encuentros de alto nivel.
Así, el enviado especial estadounidense para Irán, Brian Hook, viajó personalmente a Viena para sostener "una conversación educativa" con el ministro de energía de Arabia Saudí, Khalid Falih.
"Donald Trump decidió jugar un 'póker' geopolítico contra el grupo OPEP+ y varias veces elevó sus apuestas esperando a que se rompiese la resistencia de los participantes del cartel petrolero. No obstante, pasó lo más injurioso que podría pasar con un jugador: su 'bluf' fue descubierto y sus oponentes geopolíticos compartieron trofeos", ironiza el autor del artículo.
Como consecuencia el resultado de la reunión en Viena sorprendió a los medios de comunicación occidentales, destaca Danílov. Los participantes finalmente acordaronreducir la producción de petróleo en 1,2 millones de barriles diarios.
El columnista considera que "la influencia política de Rusia y su sólida postura" desempeñaron un papel importante en la toma de esta decisión.
Una hora antes de la final de las negociaciones el corresponsal de la agencia Bloomberg, Javier Blas, escribió en su cuenta en Twitter que el ministro de Energía ruso, Alexandr Nóvak, estaba tratando de negociar el acuerdo con el ministro de Petróleo iraní, Biyán Zangané.
"Es otra señal que indica cuán influyente (…) es Moscú hoy en día en los asuntos de la OPEP. Si el acuerdo se alcanza, será gracias a Nóvak", escribió Blas.
Tras dos días de duras negociaciones se dio una respuesta clara: " los participantes del grupo OPEP+ están listos para ignorar las exigencias directas del hegemón mundial", escribe Danílov.
Mientras Rusia trataba de persuadir a los miembros de la OPEP de la necesidad de reducir la producción de petróleo por medio de las negociaciones, EEUU acudió al engaño para lograr sus objetivos.
El periodista ruso recuerda que varios meses antes de las negociaciones en Viena Donald Trump pidió a Arabia Saudí "aumentar la producción de petróleo" para compensar la "disfunción" en Irán y Venezuela.
Según Danílov, su "engaño" consistía en el hecho que por un lado Trump decía al público que las exportaciones de petróleo de Irán habían sido reducidas a cero y por otro, a espaldas de sus socios árabes, concedía exenciones de las sanciones estadounidenses para los importadores clave del petróleo iraní.
El [principal] problema de Trump consiste en que la única reacción que puede dar es escribir un par de tuits furiosos y nada más. (…) Cuánto más ruido haga acerca de los precios de crudo, más jugadores en la arena política mundial empezarán a entender que sus posibilidades de influir en Moscú y Riad son extremadamente limitadas", enfatiza.
Además, Danílov considera que si Washington empieza a presionar activamente a Arabia Saudí y Rusia, solo acelerará el desmantelamiento del sistema petrodólar.
"Sus intentos de usar su cuenta en Twitter como mando de control sobre la realidad están fracasando y es una clara señal de que el imperio estadounidense poco a poco se acerca a su ocaso", concluye.
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