Los helicópteros estadounidenses llevaron a cabo unas maniobras para contrarrestar los sistemas de defensa antiaérea rusa Pantsir —caparazón, en ruso—. Los expertos militares opinan que el éxito del ejercicio se debió al hecho de que era un arma falsa y no un sistema real ruso de defensa antiaérea capaz de destruir cualquier objetivo volador.
Los misiles de helicópteros Hellfire —fuego infernal, en inglés— tienen un alcance máximo de 11 kilómetros. Mientras que el Pantsir ruso es capaz de destruir objetivos a una distancia de 18 kilómetros.
"Ni siquiera los helicópteros más rápidos y maniobrables del Ejército de EEUU tienen la más mínima oportunidad de acercarse al Pantsir de las Fuerzas Armadas de Rusia a una distancia de impacto", analiza Oleg Orlov, columnista del portal Topwar.
Además, los misiles estadounidenses JAGM (Joint Air-to-Ground Missile) de la próxima generación, que deben sustituir a los Hellfire, no pueden superar distancias de más de ocho kilómetros.
Sin tener sus propias armas del alcance necesario, el Pentágono se dirigió a los israelíes y tomó prestado un misil Spike Non-Line-of-Sight —espiga, en inglés—, comenta Orlov. Este proyectil es capaz de alcanzar objetivos a una distancia de hasta 25 kilómetros y puede ser lanzado desde una posición donde el blanco aún no es visible.
Según las características tácticas del Spike israelí, este misil autoguiado tiene la capacidad de alcanzar al Pantsir ruso. Pero es una posibilidad puramente teórica, observa el analista.
El experto recuerda que la protección de las fronteras de Rusia, incluidas las líneas de defensa antiaérea y contra misiles, así como los medios de guerra electrónica, está profundamente escalonada. Naturalmente, varios sistemas cubren todas las zonas varias veces.
"Todos los sistemas rusos de defensa antiaérea funcionan juntos y nunca por separado. Los sistemas rusos como el S-400, el S-300 y el Buk llevan una vigilancia de largo alcance. Por el contrario, varias modificaciones de los sistemas Pantsir y Tor cubren áreas cercanas. Juntos, estos sistemas son prácticamente invulnerables, ya que lo ven todo", destaca.
Por lo tanto, el misil Spike israelí teóricamente puede destruir un sistema de defensa antiaéreo ruso. Pero es poco probable que los aviones, helicópteros o drones de Estados Unidos logren llegar a las posiciones de ataque sin ser detectados ni destruidos, señala Orlov.
Además, hay que tener en cuenta que los Pantsir se modernizan y se mejoran. Así, el modelo de la última generación de Panzir-SM, que se probó este año, será capaz de detectar objetivos de aviones a una distancia de hasta 75 kilómetros y destruirlos en un radio de 40 kilómetros. El misil israelí es incapaz de superar un alcance tan grande.
El desarrollo del nuevo Panziri-SM concluirá en 2021. Este sistema reforzará aún más la protección de las fronteras rusas en tierra y en cielo.
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