El secretario general de la ONU, António Guterres, advierte contra cualquier “error de cálculo” que conduzca a una “confrontación” en Oriente Medio.
En su discurso inaugural ofrecido este martes en el 74.º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), Guterres ha manifestado las diversas preocupaciones que existen en torno a conflictos y problemáticas sociales alrededor del mundo, entre las cuales ha hecho hincapié en la necesidad de evitar en Oriente Medio una escalada de tensiones “que el mundo no puede permitirse”.
En concreto, el secretario general ha catalogado los ataques a las refinerías saudíes como “totalmente inaceptables”, pero ha alertado contra cualquier “error de cálculo”, incluso uno mínimo, que pueda conducir a “una confrontación a gran escala”.
Además, ha expresado sus temores a que surja una “gran fractura” que divida al mundo entre las dos mayores potencias y sus correspondientes entornos conflictivos.
Durante su intervención, el titular del organismo internacional también ha tocado temas como el cambio climático, la problemática migratoria y la situación de los refugiados alrededor del orbe.
Podremos ganar la carrera del clima si cambiamos nuestra forma de actuar ahora”, ha manifestado el secretario general de la ONU, António Guterres, en alusión a la emergencia climática.
“Podremos ganar la carrera del clima si cambiamos nuestra forma de actuar ahora”, ha manifestado en alusión a la emergencia climática.
El secretario general de la ONU ha cuestionado la falta de “solidaridad” mundial ante el problema de la migración y los refugiados, y ha destacado la necesidad de restablecer la integridad del régimen internacional de refugiados.
“Los derechos humanos de todos los migrantes deben ser respetados. Toda minoría debe poder gozar plenamente de sus derechos fundamentales”, ha aseverado.
Guterres ha reivindicado la Carta de las Naciones Unidas y pedido que se defiendan los derechos humanos, que, como ha dicho, “no son un favor para ser recompensados o retenidos, son un don por simplemente ser humanos”.
Las alertas lanzadas por el secretario general de la ONU sobre la situación de la región del oeste de Asia se producen después de los ataques lanzados el 14 de septiembre por las fuerzas yemeníes contra la compañía petrolera saudí Aramco, de los que Washington y Riad acusan a Irán, sin prueba alguna, y este rechaza categóricamente.
El Gobierno iraní ha refutado, en duros términos, las “incomprensibles e ilógicas” imputaciones de Washington, aseverando que, con estas mentiras, EE.UU. intenta allanar el camino para intensificar su presencia militar en Oriente Medio y avanzar en su plan para desestabilizar la región.
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