Rusia podría emplear sus satélites para compensar la ausencia de los vuelos de vigilancia sobre los países de la OTAN tras el cese del Tratado de Cielos Abiertos, sostuvo el experto militar Ígor Korotchenko.
Más temprano, Moscú anunció el comienzo del proceso formal para retirarse del Tratado de Cielos Abiertos después de la salida de Estados Unidos en noviembre pasado.
"Para Rusia es importante compensar la falta de los vuelos de inspección, en particular sobre los países miembros de la OTAN, con la intensificación de su capacidad de reconocimiento espacial", dijo Korotchenko a Sputnik.
Esta medida, indicó, le permitirá reaccionar con antelación a los planes militares de los Estados considerados como adversarios potenciales.
Además, señaló el experto, Rusia debe impulsar las operaciones de sus agencias de inteligencia para conseguir información sobre los planes o intenciones de los países de la OTAN.
Estados Unidos hizo colapsar el tratado al salirse primero, ahora lo que hace Rusia es solo constatar el statu quo que ese acuerdo no funciona más y no funcionará. La culpa es de los estadounidenses", enfatizó.
El Tratado de Cielos Abiertos, suscrito en 1992 en Helsinki, permite a los observadores militares realizar vuelos de vigilancia aérea para obtener imágenes de movimientos de tropas y buques en un vasto territorio desde la ciudad canadiense de Vancouver hasta el puerto de Vladivostok, en el Lejano Oriente ruso.
El acuerdo, vigente desde 2002, aglutina actualmente a 31 países europeos más Turquía y Canadá. La mayoría son miembros de la OTAN.
Después de que Washington diera el portazo, Moscú pidió a las naciones europeas garantías vinculantes de que no entregarían a los estadounidenses los datos obtenidos durante los vuelos de inspección, una propuesta que no ha sido respondida.
Estados Unidos estaba presionando a sus aliados para que le entreguen datos sobre Rusia a pesar de que está prohibido compartirlos con las naciones ajenas al acuerdo.
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