En los últimos dos años, el dólar se ha desplomado a su nivel más bajo debido a varios factores y los analistas financieros creen que la moneda terminará perdiendo la mitad de su valor y esto se deberá en gran medida a que el Tesoro de EEUU podría ser dirigido por Janet Yellen, quien dirigió la Reserva Federal.
A finales del 2020, el índice del dólar disminuyó más de 5% y los inversores están alarmados por las inyecciones a gran escala de dólares recién impresos y sin garantía en la economía estadounidense, explica Natalia Dembinskaya, columnista de la versión rusa de Sputnik.
La tasa de crecimiento de la masa monetaria no ha bajado del 22% anual desde junio, la tasa más alta de la historia, y la impresión hará subir inevitablemente la inflación, aunque la Reserva Federal ya ha cambiado el objetivo a "una media del 2%" en lugar del anterior "2%". Esta medida se aplica para no subir el tipo de interés oficial si la inflación supera las expectativas. Esto apoyará a la economía, pero tendrá un impacto negativo en el dólar.
Tras la pérdida de rentabilidad de las inversiones en activos en dólares, los inversores buscan otras opciones, aunque más arriesgadas, publica Reuters.
"A corto plazo, el motor subyacente de todo es la debilidad del dólar porque el capital se siente atraído por lugares que son impulsados por las vacunas, impulsados por la política fácil de la Reserva Federal y, de hecho, ayudados por lo bajas que son las tasas estadounidenses", dijo Kit Juckes, director de estrategia de Trading FX de Societe Generale.
Desde noviembre de 2020, los expertos advirtieron que con Joe Biden la moneda estadounidense caerá inevitablemente, ya que los demócratas planean un estímulo fiscal adicional y un nuevo paquete de ayuda de casi tres billones de dólares. Esto debilitará el dólar a largo plazo, provocará mayores déficits presupuestarios y un aumento de los préstamos extranjeros necesarios para cubrirlos.
La proliferación de vacunas también es algo negativo para la moneda estadounidense porque promete un aumento generalizado de la actividad económica y socava el argumento de ser "el refugio más seguro para los inversores".
Previsiones poco alentadoras
El banco Citigroup estimó que "aumentará seriamente" la probabilidad de que el dólar se debilite un 20% en 2021. Un escenario similar fue expresado por Morgan Stanley que pronosticó un desplome del 10%.
En tanto, el experto James Rickards sugiere un escenario económico más oscuro por el que la moneda estadounidense tendrá que pasar para afrontar su deuda.
"El oro va a 15.000 de dólares por onza, y por cierto, ese es mi pronóstico... La plata será de tres cifras (100 dólares o más por onza). La deflación es un problema mayor que la inflación, y todo el mundo odia la inflación, pero necesitas inflación... Lo que hay que hacer es desinflar la deuda. La deuda es de 22 billones de dólares... vamos a devaluar el dólar en un 50%, y eso es lo que hay que hacer", explicó.
¿Un colapso anunciado?
Mientras tanto, el equipo de Biden ya está trabajando y se sabe que la presidencia del Tesoro fue entregada a la exjefa de la Reserva Federal Janet Yellen, quien, recuerda Bloomberg, ni una sola vez "anunció los beneficios de un dólar débil para las exportaciones estadounidenses".
"EEUU no busca una moneda más débil para obtener una ventaja competitiva, y debemos contrarrestar los intentos de otros países de hacerlo", aseguró Janet Yellen.
Bloomberg cree que esto es una señal para los inversores de una tendencia a la baja para el dólar a largo plazo y según los expertos EEUU tendrá que devaluar el dólar de todos modos porque es importante reducir el déficit comercial y esa puede ser la única manera de que la Administración de Joe Biden restaure la economía estadounidense, concluye Dembinskaya.
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