El jueves, en su primer día en la Casa Blanca, Biden emitió la “Estrategia nacional para la respuesta a la pandemia y preparación para posteriores pandemias”, la cual revoca algunas de las decisiones políticas controvertidas del expresidente Donald Trump y detalla una serie de iniciativas coordinadas para enfrentar la crisis sanitaria tanto en el país como en el mundo.
En concreto, una parte de los objetivos de la estrategia estadounidense busca “comprometerse con el multilateralismo en la respuesta internacional a la pandemia y reducir las sanciones unilaterales y multilaterales de Washington contra terceros.
Según el documento, Biden ha decretado a los Departamentos de Estado, del Tesoro, del Comercio, de Salud, así como a la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), “revisar las sanciones unilaterales y multilaterales de Estados Unidos contra otros países” y evaluar si dichos embargos “están impidiendo la lucha de esas naciones contra la pandemia.
Sin embargo, en la misma jornada, en un encuentro virtual con senadores, la aspirante de Biden para dirigir el Departamento del Tesoro, Janet Yellen, afirmó que se levantarán las sanciones contra Irán, siempre que este último “se adhiera a las restricciones impuestas en el acuerdo nuclear”, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC, por sus siglas en inglés).
La Administración de Biden se compromete a cerciorarse de que Irán dé pasos adecuados para reanudar su adhesión a este pacto [...] y trabajar con los aliados y socios de EE.UU. para contrarrestar, lo que Yellen llamó “las actividades desestabilizadoras del país persa en la región”.
Durante su campaña electoral, el líder demócrata prometió que, de ser electo, volvería al pacto “histórico”. “Si Teherán vuelve a cumplir sus compromisos, yo me vuelvo a unir al pacto y usaré nuestro renovado compromiso con la diplomacia para trabajar con nuestros aliados para fortalecerlo y extenderlo”, aseveró entonces.
Desde entonces, varios países, como China y Rusia, han instado a Biden a volver al acuerdo nuclear, lo antes posible sin precondiciones, y a levantar las sanciones contra el país persa.
Por su parte, la Unión Europea, calificando el PIAC como “un hito de una diplomacia exitosa”, insta a Washington a volver a dicho pacto y prometió hacer todo lo posible en colaboración con el resto de firmantes del acuerdo y la comunidad internacional para preservarlo.
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