Un año después de la muerte de Qasem Soleimani, los iraníes siguen guardando rencor a EEUU. Y aunque el país persa respondió al asesinato con ataques de misiles contra las bases estadounidenses en Irak, la verdadera respuesta todavía está por venir, opina Mohamed Marandi, analista político de la Universidad de Teherán, consultado por Sputnik.
"Los iraníes están enfadados hoy, como lo estaban hace un año, cuando fue asesinado", señaló el analista.
Los logros de Soleimani fueron tan numerosos y su importancia tan grande que algunos analistas opinaron que Irán nunca podría recuperarse tras su asesinato. Pero Marandi comentó que su país "no depende de los individuos".
"Irán tiene estructuras e instituciones, tenemos personas muy competentes y formadas, que saben lo que hacen, y nada cambiará en Irán, ni siquiera después de que [un general de esta magnitud] se haya ido", afirmó Marandi.
Tras el asesinato de Soleimani, Irán nombró a Esmail Ghaani comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, quien prometió continuar el camino de su predecesor.
La venganza está por venir
Ese camino también prevé una venganza dirigida a aquellos que derramaron la sangre del alto comandante iraní.
Poco después del asesinato de Soleimani, Irán bombardeó instalaciones militares usadas por EEUU en Irak, incluidas la base de Ain al Asad, en la provincia de Al Anbar (oeste), y otra en Erbil (norte).
En aquel momento, el presidente Donald Trump afirmó que el daño de los ataques iraníes fue mínimo. Sin embargo, la operación Mártir Soleimani puso de manifiesto la vulnerabilidad de Estados Unidos, según Marandi.
"Todos nuestros misiles alcanzaron sus objetivos y el daño fue mayor. (…) Pero nuestra respuesta final será que los estadounidenses serán expulsados de Irak, Siria y Afganistán", señaló Marandi.
En cierto modo, EEUU ya está yendo de la región. En 2019, Trump anunció la retirada de algunas tropas estadounidenses de Siria y en septiembre de 2020, Washington declaró que reduciría la cantidad de su personal militar en Irak. En noviembre, otro informe sugirió que los EEUU retiraría 2.500 soldados tanto de Irak como de Afganistán.
La retirada podría significar que Washington no está interesado en una mayor escalada de tensiones y Marandi opinó que EEUU además se da cuenta de que "Irán es un actor demasiado potente que no puede ser derrotado en una guerra convencional".
"Irán no es como Irak o Afganistán. Es un país muy poderoso y los estadounidenses lo saben", explicó el experto.
¿Mejores relaciones con Biden?
Lo que también saben es que los días de Trump en el cargo están contados, y la nueva Administración de EEUU tendrá que trabajar duro para reparar el daño causado por el asesinato del general Soleimani.
El presidente electo Biden ya ha prometido volver a la mesa de negociaciones con la República Islámica y restablecer el acuerdo nuclear, pero para Marandi la nueva Administración de EEUU no es garantía de mejores lazos.
"No importa quién sea el presidente de Estados Unidos. Su actitud no cambia con el cambio de presidentes. Y a menos que Washington modifique su comportamiento de manera fundamental y empiece a comportarse como un país normal, a los iraníes no les queda otra opción que mostrar su fuerza porque parece ser lo único que los estadounidenses saben respetar", concluyó Marandi.
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