La demanda de energía de China sigue creciendo a pesar de la pandemia, y es una buena noticia para varias naciones sudamericanas productoras de petróleo, en particular Brasil y Argentina, escribe el portal Oil Price.
China es el mayor importador de petróleo crudo del mundo y ha aumentado sus importaciones en un 9,5% de enero a noviembre de 2020, comparado con el mismo periodo del año anterior.
Los cinco principales proveedores de crudo a China durante ese período fueron Arabia Saudí, Rusia, Irak, Brasil y Angola.
Según Oil Price, la demanda de energía de China seguirá aumentando durante 2021 puesto que su economía está volviendo a crecer. El FMI estima que el PIB de la segunda economía más grande del mundo crecerá un 8,2% este año. Esa notable aceleración económica impulsará un mayor consumo de petróleo y gas natural en el país asiático.
Se prevé que China podría convertirse en la mayor refinadora del mundo en 2025. La expectativa de la industria es que solo durante el 2021, la capacidad de refinación se expandirá en casi un 3%.
Es una buena noticia para muchas naciones suramericanas productoras de petróleo, en particular Brasil, escribe el autor del artículo, Matthew Smith.
Los crudos dulces y medios de Brasil son atractivos para las refinerías porque se transforman en combustibles de alto grado y bajo contenido de azufre, explica la publicación.
Otro beneficiario regional clave del insaciable apetito de China por la energía y su creciente sed de petróleo crudo ligero y medio dulce es Argentina, puesto que su principal variedad de petróleo, el Escalante, es un crudo dulce de alta calidad.
La demanda de grados de crudo más dulces está creciendo debido al impulso mundial para reducir el contenido de azufre de los combustibles y la facilidad de refinación en comparación con las variedades de crudo más agrio y pesado.
El medio observa que la creciente popularidad del Escalante entre los productores de combustibles marítimos queda ilustrada por los informes de los Emiratos Árabes Unidos que lo importan para satisfacer la creciente demanda de sus refinerías de producir combustible de bajo contenido de azufre para buques.
La creciente demanda de energía de China y la necesidad de impulsar las importaciones de petróleo crudo para satisfacer un consumo en constante aumento serán un factor clave del auge del petróleo en América del Sur, en particular porque la segunda economía más grande del mundo trata de garantizar su seguridad energética manteniendo reservas estratégicas de petróleo, concluye el artículo.
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