“No hay una llamada planeada que yo sepa”, aseguró el viernes la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, a través de una rueda de prensa, respecto a la intención del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre realizar una llamada al príncipe heredero de Arabia Saudí, Muhamad bin Salman (MBS).
Además, hizo hincapié en que el nuevo Gobierno estadounidense “obviamente” está revisando su política exterior hacia Riad. En este sentido, anteriormente, Biden había remarcado que reevaluará su relación con el reino árabe, detallando que “pondremos fin al apoyo de Estados Unidos a la guerra de Arabia Saudí contra Yemen y nos aseguraremos de que EE.UU. no olvide sus principios a la hora de vender armas o comprar petróleo”.
Asimismo, Psaki no dio una respuesta clara de si Arabia Saudí y el régimen de Israel son sus aliados importantes o no, ni sobre el enfoque de Washington hacia Asia Occidental, alegando que tienen una serie de tendencias interorganizacionales y deben permitir que sus tendencias de seguridad nacional sean examinadas en relación con varios temas y cuestiones.
Al respecto, la semana pasada, la vocera prefirió eludir responder a una pregunta sobre la decisión de la Administración estadounidense de si impondría sanciones en contra de Arabia Saudí por el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, reiterando que su muerte fue un “crimen horrible”.
También, destacó que el Gobierno de Biden está “preparado” para publicar un informe sin clasificar que detalla quién es, a su parecer, el responsable del asesinato de Khashoggi, un periodista opuesto a las políticas de Bin Salman que fue asfixiado y luego desmembrado el 2 de octubre de 2018 en el consulado saudí en la ciudad turca de Estambul (la capital).
Tras la victoria del demócrata Biden en las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre, las autoridades saudíes ha perdido a uno de sus aliados más cercanos, nos referimos al republicano Donald Trump y, ahora, consideran varias medidas para mejorar las relaciones con la nueva Administración; incluso han recurrido al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para que medie ante el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
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