De acuerdo con el documento preparado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos y la compañía de investigación independiente Rhodium Group, la economía de la nación norteamericana podría perder más de un billón de dólares en producción y competitividad global a largo plazo si la Administración Biden decide llevar a cabo una separación brusca con China.
En el informe, los autores de la investigación estimaron los enormes costes de la adopción de políticas radicales, en lugar de sanciones específicas, para proteger la seguridad nacional de Estados Unidos de lo que Washington considera una creciente influencia económica y tecnológica por parte de Pekín.
De acuerdo con las estimaciones, para el 2025, EEUU perderá 190.000 millones de dólares al año en su producción, si el país decide expandir los aranceles de un 25% a todo el comercio con China. En la próxima década, una implementación total de esos aranceles provocaría una caída de un billón de dólares en el crecimiento potencial de EEUU.
Estas pérdidas proyectadas incluyen hasta 500.000 millones de dólares en pérdidas únicas del PIB, si Estados Unidos se deshace de la mitad de su inversión directa en China. Los inversores de la nación norteamericana también perderían 25.000 millones de dólares anuales en ganancias de capital.
Aún de acuerdo con el informe de 92 páginas, si el gasto en educación y turismo chino cae a la mitad de lo que era antes de la pandemia del coronavirus, EEUU podría perder entre 15.000 millones y 30.000 millones de dólares al año con el comercio de servicios exportados.
Las tensiones entre Estados Unidos y China se intensificaron en los últimos tres años, durante el mandato del expresidente norteamericano Donald Trump. Su Administración buscó utilizar la implementación de aranceles, la aplicación de sanciones y un mayor escrutinio de los flujos financieros transfronterizos para lidiar con "las quejas de larga data sobre la falta de protección de propiedad intelectual, las transferencias forzadas de tecnología y el papel significativo del Estado en las operaciones comerciales en China", apuntó CNBC.
Un mayor alejamiento de las dos economías más grandes del mundo tiene implicaciones que van mucho más allá de las pérdidas en dólares inmediatas. Según el informe, unas amplias políticas estadounidenses contra China también se reflejarían en otros países, lo que los obligaría a reconsiderar sus relaciones con Estados Unidos. Esto podría aumentar los costos para las empresas norteamericanas y reducir su competitividad a nivel mundial.
El documento sugiere que el Gobierno de EEUU lleve a cabo medidas en menor escala y más puntuales, como restringir la exportación de licencias de tecnología específicas. Una retirada completa de las empresas estadounidenses del mercado chino probablemente tendrá grandes consecuencias para el papel de Estados Unidos en el liderazgo mundial a largo plazo, subrayó el informe.
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