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jueves, 1 de septiembre de 2022

La maldición de Rusia con sus drones en la guerra de Ucrania

EEUU revela que los aviones no tripulados que Moscú compró a Irán están sufriendo “numerosos fallos” técnicos


Rusia está lidiando con problemas técnicos en los drones de fabricación iraní adquiridos a Teherán este mes para utilizarlos en su guerra con Ucrania, según han explicado funcionarios de la administración Biden a periodistas de la agencia AP. Aunque no se ha detallado el tipo de fallos que han sufrido estos aparatos, la revelación muestra hasta qué punto Rusia está experimentando contratiempos en su guerra de drones en Ucrania.

Moscú comenzó a desplegar drones de combate Orion en Ucrania en marzo. Eran pocas unidades y no eran las más avanzadas del mercado. Al mismo tiempo, Estados Unidos comenzó a entregar a Ucrania drones Switchblade 300 y 600 -aviones kamikaze y con un alcance de seis o 25 millas-.

La Fuerza Aérea rusa está más necesitada que nunca de aviones no tripulados después de haber sufrido importantes pérdidas en los primeros seis meses de contienda. Oryx, una publicación independiente que verifica las pérdidas de ambos ejércitos en la invasión, ha revelado que las tropas ucranianas han destruido o capturado más de 50 drones de reconocimiento Orlan-10, cuya calidad ha sido cuestionada por los expertos militares. “Parece más un avión de radiocontrol hecho en casa que un equipo de espionaje militar de alta tecnología”, afirmó el blog DroneXL.

EEUU anunció en julio que Irán había comenzado a gestionar el envío hacia Moscú de cientos de vehículos aéreos no tripulados Mohajer-6 y Shahed, que pueden realizar ataques aire-superficie, guerra electrónica y realizar tiro al blanco en el campo de batalla en Ucrania.

Los modelos que Moscú habría seleccionado son los Shahed-191 y Shahed-129. El primero puede cargar 8 misiles Sadid-1 y tiene una velocidad de crucero de 300 km/h, una autonomía de 4,5 horas, un alcance de 450 km y una carga útil de 50 kg. Alcanza los 8.000 metros de altura. El modelo 129, por otra parte, incorpora 4 misiles de precisión contra tanques.

Después de muchos años sin invertir en este campo, como asegura Douglas Barrie, analista aeroespacial del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, Rusia aspira a convertirse en una potencia en el diseño y fabricación de drones. El analista Farzin Nadimi, del Washingtong Institute, afirma que los diseños rusos avanzados aún no están en producción, y mucho menos en servicio activo, incluidos modelos de combate como el Orion-E, el Inokhodets-RU (Sirius), el Helios-RLD, el Grom y el Molniya, “que cuentan con un rendimiento significativamente mejor y cargas útiles más grandes”.

El Grupo Kronstadt ha completado actualmente la primera línea de producción moderna del país. “Sin embargo, debido a que Moscú ha tardado más en priorizar el desarrollo de drones, ha recurrido ahora a Teherán para satisfacer sus necesidades inmediatas de drones en Ucrania, incluidos modelos de reconocimiento armado y posiblemente incluso drones suicidas”, escribe el experto.

Hasta ahora, Ucrania ha tenido más éxito en la guerra de drones que Rusia, coinciden los analistas militares. La flota de drones turcos Bayraktar TB2 le ha dado una ventaja al gobierno de Kiev para destruir vehículos de reabastecimiento rusos y los lanzadores de misiles tierra-aire. Pero para algunos, la columna vertebral de la flota, con unas 300 unidades desplegadas, fueron los drones de reconocimiento A1-SM Fury y Leleka-100, ambos diseñados y fabricados en Ucrania.

Rusia cuenta con drones como el Zala Kyb, el Orlan-10 y Leer-3. Algunos fueron desplegados para defenderse de aviones enemigos cuando anexó Crimea en 2014. El Orion es un dron de reconocimiento de 8 metros, 200 kilogramos de carga útil y un radio de combate de 250 kilómetros. Puede permanecer 24 horas en el aire con una carga útil de 60 kilogramos.

La ventaja de Ucrania en la guerra de aviones no tripulados, según algunos expertos, vendría porque Moscú no desplegó al principio del conflicto una buena defensa electrónica para frenar estos aparatos. Según los investigadores del Instituto RAND, una de las principales razones puede ser la falta de confianza en la tecnología.

Nuevas compras

En este contexto, Moscú decidió recurrir a su aliado iraní al comienzo del verano. La administración de Biden publicó el mes pasado imágenes por satélite que indican que funcionarios rusos visitaron el aeropuerto de Kashan el 8 de junio y el 5 de julio para ver los drones iraníes. En ese momento, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, afirmó que la administración tenía “información de que el gobierno iraní se está preparando para proporcionar a Rusia varios cientos de vehículos aéreos no tripulados”.

La versión iraní

El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein-Amir Abdollahian, dijo el mes pasado que Teherán tenía “varios tipos de colaboración con Rusia, incluso en el sector de la defensa”. “Pero no ayudaremos a ninguno de los bandos implicados en esta guerra porque creemos que (la guerra) debe detenerse”, dijo.

Actualmente, la Casa Blanca está tratando de presionar a Teherán para que vuelva a cumplir con el acuerdo nuclear de 2015. La semana pasada, la administración estadounidense recibió la revisión de Irán sobre una propuesta europea para reiniciar el acuerdo que fue negociado durante la presidencia de Barack Obama y desechado en 2018 por el entonces presidente Donald Trump en 2018.


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