Rusia ha anunciado que ha detenido todos sus vuelos a Egipto de forma indefinida al surgir nuevas informaciones, procedentes de la caja negra del avión de pasajeros Airbus Metrojet Vuelo 9268, que prueban que éste fue derribado por una bomba. Existen firmes indicios que apuntan a que el EI fue el responsable por este incidente. El avión llevaba a 224 personas a bordo, en su mayor parte turistas rusos que regresaban a San Petersburgo después de unas vacaciones en la ciudad turística de Sharm al Sheij.
Los informes de la caja negra señalan que el avión voló con normalidad y sin incidentes durante 24 minutos y, de repente, "sufrió una descompresión violenta y súbita", rompiéndose en mitad del aire y estrellándose en una parte montañosa de la Península. El sonido de la explosión de una bomba puede oírse también.
Poco antes de la publicación de estos informes, comentarios de las agencias británicas sugirieron que la bomba que causó el derribo fue colocada a bordo antes del despegue, probablemente por un empleado del Aeropuerto de Sharm al Sheij.
Al principio, responsables rusos y egipcios mantuvieron sus reservas hacia la reivindicación por parte del EI del derribo del avión dado que el grupo no ofreció detalles del atentado, lo que llevó a muchos a concluir que dicha reivindicación podría ser una maniobra propagandística. Sin embargo, el Reino Unido y EEUU afirman haber interceptado comunicaciones internas del EI en las que se alude a un complot para el derribo del avión.
Según el Times de Londres, "el tono y el contenido de las conversaciones convencieron a los analistas de que una bomba había sido introducida a bordo del avión por un miembro del personal del aeropuerto o un pasajero”.
NBC News señaló el viernes por la noche que al menos una de estas interceptaciones tuvo lugar antes de que el avión desplegara e incluía afirmaciones jactanciosas de que algo grande iba a ocurrir en el Sinaí. Esto plantea la posibilidad de que algunas agencias de espionaje de EEUU o el Reino Unido conocieran con anticipación la amenaza que pesaba sobre el avión ruso, pero no hicieran nada para evitarla.
Resposables estadounidenses han estado entre las voces más insistentes que sugerían una conexión terrorista en el derribo del Vuelo 9286, esperando que ello produjera un efecto negativo contra Putin y su decisión de intervenir en Siria. Aquí, como en otras áreas, parece existir una coincidencia en las agendas del EI y el gobierno estadounidense.
El derribo del avión supone un duro golpe para Egipto y su economía. Numerosas naciones han suspendido los vuelos hacia el Sinaí o la totalidad del país y al menos 50.000 rusos y 20.000 británicos se hallan ahora atrapados en Sharm al Sheij, aunque Rusia y el Reino Unido están preparando vuelos especiales para la evacuación. Como medida de precaución, los pasajeros sólo podrán llevar equipajes de mano en tales vuelos y los grandes equipajes serán transportados en otros aparte. FUENTE
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