Durante los últimos meses, agencias de noticias han publicado detalles de las reuniones que el presidente Donald Trump habría llevado a cabo con sus asesores con el objetivo de analizar una posible intervención militar en Venezuela. Aunque la idea es para muchos la única opción viable para sacar a Maduro del poder, las consecuencias serían devastadoras y los posibles aliados de Venezuela podrían llegar a complicarlo.
Esta no sería la primera vez que Estados Unidos desataría un conflicto armado en un país latinoamericano bajo la bandera de devolver la democracia. En 1989, el gigante norteamericano invadió Panamá para sacar a Manuel Noriega del poder. Irán, Libia, Kosovo y Yemen, son otros conocidos ejemplos a escala mundial.
En cuanto a Venezuela, la idea de la intervención militar ha sido discutida abiertamente desde 1999 cuando Hugo Chávez asumió la presidencia. Sin embargo, muchos expertos en política internacional coinciden en que activar un operativo de dicha índole generaría más problemas de los que podría resolver.
¿Quiénes apoyarían a Venezuela?
Venezuela cuenta con pequeños aliados en la región como Ecuador, Bolivia y Nicaragua, pero a nivel internacional Rusia y China se convierten en importantes socios. En el caso de Rusia, bajo un programa de fortalecimiento y cooperación militar firmado entre las partes en los últimos años, se calcula el envío de al menos 11 millones de dólares en sofisticados sistemas de misiles, artillería, fusiles, aviones de combate y equipamiento logístico a territorio venezolano.
China por su parte ha convertido a Venezuela en su primer destino latinoamericano de inversión. De acuerdo con cifras oficiales, desde 2001 se han desarrollado cerca de mil proyectos en industrias como la petrolera, la energética, de infraestructura, agrícola y agroindustrial. A su vez, China ha manifestado estar dispuesto a apoyar la nación sudamericana en caso de una invasión estadounidense, si bien no con tropas, con porta-aviones o armamento.
Pese a esta importante alianza comercial, analistas internacionales consideran que las mencionadas potencias no se sumarían a la guerra en apoyo a Venezuela, ni enviarían sus tropas al territorio, dado que la deuda del país petrolero tiene con ellos ya excede los límites, y aunque hay oro negro de por medio, no estarían interesados en involucrar más que armamento o porta-aviones.
Consecuencias del ataque
En el escenario improbable del ataque, la guerra entre Estados Unidos y sus aliados contra Venezuela podría durar varios años. La inmigración se dispararía, la crisis se recrudecería y la recuperación de los estragos dejados por las políticas dictatoriales de Nicolás Maduro, sumado al enfrentamiento, se tardaría varias décadas, no solo en la nación liderada por el calificado dictador, sino en los demás países de la región como Colombia y Ecuador.
Según lo señala un artículo en The New York Times, Venezuela cuenta con 115 mil tropas, 300 tanques de guerra, aviones de combate y los sofisticados sistemas antimisiles y armamento enviados por Rusia. Además, se calcula que el 20% de la población aún apoya al gobierno de Nicolás Maduro, por lo que neutralizar las fuerzas venezolanas no sería tan fácil y rápido como se considera.
EE.UU. tendría que enviar al menos 500 mil hombres al territorio y contar con la ayuda estratégica de Colombia para asegurar un acceso más eficiente a la nación vecina. De acuerdo con detalles dados por analistas a la BBC, la inversión del país norteaméricano para este propósito sería de entre 200 mil y 500 mil millones de dólares, y al menos 100 mil vidas se perderían, contando militares de ambos bandos y civiles.
¿Cuál es la única salida de Venezuela?
Como lo mencionan numerosos analistas, la única salida de Venezuela es la resistencia ciudadana y la presión diplomática realizada mediante el recrudecimiento de sanciones económicas y a funcionarios y el aislamiento comercial, pero este último aspecto podría perjudicar al propio EE.UU.
Venezuela es el país con la mayor cantidad de reservas probadas de petróleo. Se calcula que tiene 300 mil millones de barriles de petróleo, cuantía superior a la que posee Arabia Saudita. No obstante, debido a la crisis, la escasez y el régimen político, cada año salen huyendo cerca de 500 mil venezolanos, según estadísticas del último el informe de Tendencias Migratorias Nacionales en América del Sur.
El Congreso de Estados Unidos es el único ente que podría aprobar una intervención militar en otros países. Allí ambas cámaras deben estar de acuerdo con el movimiento y una vez así, Trump, junto con el Pentágono, tendrían luz verde para desplegar el operativo. Sin embargo, el acto sería vetado por el Consejo de Seguridad de la ONU y considerado ilegal en el marco internacional. Aunque esto no sería un impedimento para el gigante norteamericano, puesto que ni quisiera podría proceder, como ya lo hizo en el pasado con Irak.
https://latinamericanpost.com/es/23841-apoyarian-rusia-y-china-a-venezuela-en-un-conflicto-armado-contra-eeuu
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