El intento de EEUU de derrocar al presidente legítimo de Venezuela podría asestar un duro golpe a los intereses energéticos de China, opina Oleg Matveychev, profesor de la Escuela Superior de Economía.
El experto destacó en una entrevista con Sputnik que Donald Trump —incluso desde antes de ser presidente- ve en China al principal competidor político y económico de EEUU.
La guerra comercial entre ambos Estados es uno de los elementos de su confrontación geopolítica. Otro elemento radica en los intentos de EEUU de dañar los intereses de China en mercados energéticos mundiales, opina Matveychev.
El experto recordó que Irán y Venezuela cooperan estrechamente con China en el ámbito petrolero y su seguridad energética en gran parte depende de estos países. Pekín además es el principal inversor en la extracción de petróleo y el importador más grande de crudo desde estos dos Estados.
De acuerdo con el interlocutor de Sputnik, para lograr sus objetivos los estadounidenses están imponiendo sanciones a las exportaciones del petróleo iraní y prohíben invertir recursos en la exploración de yacimientos.
Aparte de eso, Washington apoya el golpe de Estado en Caracas.
Matveychev explicó que el escenario estadounidense de cambio de poder en Venezuela amenaza también los intereses de China.
"Claro está, que allí [en Washington], se trabarán juegos sutiles contra Pekín, incluidas tramas en el mercado petrolero mundial. Los estadounidenses saben manipular el petróleo para favorecer sus intereses políticos", declaró.
Matveychev enfatizó que hace años Hugo Chávez se convirtió en una "gran astilla" para EEUU después de que nacionalizara la industria petrolera del país. Este paso asestó un duro golpe contra los intereses del país norteamericano.
"El posible control de EEUU sobre el petróleo venezolano repercutiría en ciertas pérdidas para Venezuela ya que tiene concluidos varios acuerdos con China. Naturalmente, eso no beneficiará a Caracas y a los venezolanos sino a los estadounidenses que persiguen precisamente este objetivo", aseveró.
El 25 de enero el Ministerio de Asuntos Exteriores de China reaccionó por segunda vez a los últimos sucesos producidos en Venezuela. Este hecho, según el experto, confirma que Pekín está seriamente preocupado por los crecientes riesgos para sus intereses en este país.
En septiembre del 2018, tras su visita a China, Nicolás Maduro declaró que Venezuela planea aumentar los suministros de petróleo en el país asiático hasta 1 millón de barriles diarios.
Además, China y Venezuela firmaron en Pekín 28 acuerdos de cooperación. La mayor parte de estos documentos se refiere a la refinación de petróleo, el sector energético y la extracción de minerales.
En particular se informó que la estatal venezolana PDVSA cedería a la Corporación Nacional de Petróleos de China (CNPC) 9,9% de las acciones de Sinovensa, una empresa conjunta para potenciar la producción de crudo en la faja del río Orinoco
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