Rusia asevera que algunos países, al coincidir en crear un “cuasigolpe” en Venezuela y apoyar la autoproclamación de Juan Guaidó, parecen cumplir una orden.
“Hemos sido testigos de cómo, contrariamente a la Constitución, en una plaza ‘se elige’ nuevamente otro jefe de Estado. Y este ‘cuasigolpe’ es apoyado por los líderes de varios países. Muy rápidamente. Como si cumplieran una orden”, anunció el jueves el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, en su cuenta de Twitter, en alusión a Venezuela.
De hecho, el jefe del Gobierno ruso ha repudiado la autoproclamación de Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela como “presidente interino” del país en lugar de Nicolás Maduro, quien ganó en mayo las elecciones presidenciales del país. La medida golpista fue apoyada seguidamente por EE.UU. y varios otros países.
Nadie tiene derecho a destituir por métodos ilegales, conforme a Medvédev, a un jefe de Estado “que recientemente ganó unas elecciones”.
Hemos sido testigos de cómo, contrariamente a la Constitución, en una plaza ‘se elige’ nuevamente otro jefe de Estado. Y este ‘cuasigolpe’ es apoyado por los líderes de varios países. Muy rápidamente. Como si cumplieran una orden”, anunció el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, en alusión a la autoproclamación de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela como “presidente interino” del país.
El alto titular del Kremlin reflexionó el mismo jueves en su página de Facebook sobre una situación en la que el presidente de EE.UU., Donald Trump, podría enfrentar un cambio de régimen como el que ahora se está desarrollando en Venezuela.
De este modo, Medvédev llamó a imaginar cómo reaccionaría el pueblo estadounidense ante la noticia de que la crisis presupuestaria (cierre del gobierno) en el país norteamericano ha producido una situación en la que, por ejemplo, el presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se ha declarado a sí misma como nueva presidente.
“Sin embargo, cuando ocurren cosas semejantes en otros países, no se los ve como algo extraordinario. A nadie le importan las reglas de la decencia, el derecho internacional, la soberanía de los demás y, lo que es aún más importante, las vidas de las personas”, lamentó el alto cargo ruso.
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