Los fabricantes de aviones chinos están embarcados en dos proyectos de bombarderos sigilosos a la vez, informa Aviation Week remitiéndose a un informe de la Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
La existencia de uno de estos proyectos, H-20 o H-X, fue confirmada por la Fuerza Aérea de China en 2017. Sin embargo, no trascendió ninguna información fiable sobre el segundo proyecto.
Según el Pentágono, el segundo proyecto, designado JH-XX, supone el desarrollo de un cazabombardero de alcance medio. La aeronave estará dotada de un radar AESA, misiles aire-aire y misiles guiados aire-superficie. Los expertos de la inteligencia militar estadounidense creen que este avión chino entrará en servicio no antes de 2025.
En el desarrollo de estos nuevos aviones de combate, los diseñadores chinos utilizan las tecnologías de sigilo empleadas en la creación de cazas de quinta generación J-20 y FC-31.
Anteriormente se había informado que el nuevo avión se está construyendo desde 2008 en el Instituto de Diseño e Investigación de Aviación de Shanghái (SADRI).
El desarrollo de este bombardero sigiloso está estrictamente clasificado.
Los medios de comunicación sostienen que el H-20 podrá sustituir a las aeronaves que usa Pekín desde hace décadas, como las Xian H-6, que son una versión de los Tupolev Tu-16. Desde 1959, año en que voló el primer H-6, se han fabricado 180 unidades, de las cuales se estima que siguen operativas alrededor de un centenar.
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