Eso es exactamente lo que ha pasado en Venezuela; pues un sujeto que no participó en ninguna elección y que nadie lo eligió, se ha autonombrado presidente del país con el respaldo descarado de Washington. Hoy se sabe que horas antes de que sucedieran estos hechos, Juan Guaidó, el presunto nuevo presidente de Venezuela, estuvo en llamadas constantes con Donald Trump y con su secretario de Seguridad Nacional, John Bolton, sobre el momento exacto en que debía de hacer el anuncio.
De esta manera se entiende que el presunto nuevo presidente “legitimo” de Venezuela, Juan Guaidó, no es mas que un títere de los estados unidos.
Es así como nos asomamos a una nueva realidad, pues ahora EEUU es quien designa a los presidentes en el llamado “mundo occidental”. Ya se sabía que era Washington el que ponía los presidentes en muchos países, pero ahora lo hace de manera abierta y descarada.
Pero en el caso de Venezuela la cosa es mucho más séria que si lo hiciera en cualquier otro país, pues esta nación mantiene lazos estrechos con las principales potencias del mundo, y no me refiero a EEUU, no señores; Venezuela mantiene alianzas con las principales potencias económica y militar del mundo, es decir, con china y Rusia respectivamente.
Si, así es, le duela a quien le duela y le pese a quien le pese; pues ya es un hecho demostrado que china es la principal potencia económica del mundo y que Rusia es la principal potencia militar del mundo, y en eso no hay discusión, pese a lo que digan los gringos y sus admiradores.
La superioridad militar de Rusia es indiscutible, pues le lleva 20 años de adelanto a los EEUU. De esta manera tenemos que Rusia dispone de misiles de crucero e intercontinentales hipersónicos, con capacidad de maniobra y con potentes defensas radioelectrónicas, de tal manera que su derribo es prácticamente imposible para cualquier defensa antiaérea actual y futura.
Por otro lado, Rusia acaba de estrenar un sofisticado dron hipersónico con capacidad orbital y vuelo ilimitado; EE.UU. tiene su versión, el X-37B, pero nada que ver con la versión rusa, pues el estadounidense ni es hipersónico, ni tiene vuelo ilimitado. El X-37B es fácilmente detectable y derribable; el dron ruso, el ISON, no lo es.
Asimismo, como ya les comenté, Rusia dispone de dos cazas de sexta generación, el Su-57 y el Ojotnik; EEUU no tiene ninguno, y para que los tenga le faltan al menos 20 años de investigación y desarrollo.
Mientras tanto, los EEUU se pelean con su F-35; avión que por cierto nadie lo quiere comprar por defectuoso e inservible. En cambio, hay países que ya quieren comprar el Su-57 sin que aun este esté a la venta.
En lo que respecta a china no hay discusión, esta es la primera potencia económica del mundo desde hace ya algunos años atrás; y eso se hace tan evidente y molesto para los EEUU que han iniciado una guerra abierta y frontal contra china en el ámbito comercial y, principalmente, en el ámbito tecnológico y científico.
Así, EEUU intenta por todos los medios detener el desarrollo científico y tecnológico de china atacando a sus principales empresas del ramo; es así como ha iniciado una guerra contra Huawei, ZTE, y otras empresas chinas líderes en el sector tecnológico.
Y es en el marco de esta lucha científica, tecnológica y armamentística que se debe entender la reciente ofensiva de EE.UU. contra Venezuela; pues este es un intento desesperado de Washington por detener el desarrollo industrial y tecnológico de Rusia y china.
Así es, EEUU intenta dañar la economía rusa al afectar los intereses de muchas industrias de ese país en Venezuela, pues Rusia, junto a china, se ha convertido en la tabla de salvación del gobierno de Nicolás Maduro, pues se han convertido en prestamistas de última instancia para el país latinoamericano.
Así, tenemos que Rusia ha otorgado créditos a Venezuela por valor de aproximadamente 20 mil millones de dólares. Venezuela ha dado como garantía del préstamo a Rusia sus propios recursos naturales, específicamente el petróleo, el gas y el oro. De esta manera tenemos que Venezuela exporta a Rusia diariamente 100 mil barriles de petróleo como pago de la deuda; además, la empresa rusa, Rosneft, ha logrado importantes licitaciones en el mercado petrolero del país sudamericano.
En el caso de china, podemos mencionar algo parecido, pero para los chinos es aún más crítico el acceso al mercado petrolero de Venezuela, pues ellos son un país netamente importador de petróleo; y si consideramos que son la primera potencia económica del mundo, y que además su crecimiento económico es de los mayores del planeta, se entiende que para ellos tener asegurado el acceso al petróleo venezolano es fundamental, pues de otra manera estarían poniendo en riesgo su mismo desarrollo económico, o al menos, los frenaría un poco.
Aunque petróleo hay de sobra en el mundo, muchos de los principales productores del valioso recurso natural son aliados incondicionales de EEUU.
Así, tenemos que tanto las monarquías del golfo pérsico, como otros productores importantes, como México, son aliados declarados de los EEUU; así que si Trump les ordena no vender a china, probablemente no lo harán.
Aunque en el caso de México hay que decir que el nuevo gobierno parece ser más proclive a una alianza con Rusia que con los propios EEUU, o al menos se mantendría en un punto neutral, y seguramente continuaría su comercio con China y Rusia.
Así que, si china pierde a Venezuela solo le quedarían Irán y Rusia como principales proveedores de gas y petróleo; por eso la importancia fundamental que representa Venezuela para la economía china. Además, debemos considerar que las reservas de petróleo venezolanas son las mayores del mundo.
De esta manera se entiende por qué para Trump es tan importante lograr que Juan Guaidó obtenga el poder en Venezuela, pues en realidad el conflicto venezolano es solo una extensión de su particular guerra económica y tecnológica contra China y Rusia.
Aquí lo que cabe preguntarse es si Rusia y china abandonarán a Venezuela a su suerte, o si, por el contrario, le apoyarán decididamente. Lo más probable es que lo segundo, por las razones ya expuestas aquí.
Así, tenemos que Nicolás Maduro ha salido ha declarar que cuenta con el apoyo incondicional de sus dos principales aliados, es decir, Rusia y china, pero también con el apoyo de Turquía e Irán. Países, estos dos últimos, que han sufrido en carne propia golpes de estado auspiciados por EEUU, como el que actualmente sufre Venezuela.
De esta manera, Maduro a salido a declarar que todos los meses llega a Venezuela el armamento ruso más moderno del mundo; dando a entender que está recibiendo todo el apoyo de parte de Rusia para poder defenderse de EEUU de la manera más adecuada posible.
Esto lo podemos interpretar como que a Venezuela están llegando los más modernos sistemas de defensa aérea rusos, así como los más modernos sistemas de lucha radioelectrónica de ese país; sistemas que han demostrado su eficacia en mas de una ocasión; como cuando un caza su-24 equipado con el sistema de lucha radioelectrónica Jibiny dejó inservible al destructor estadounidense Donald Cook; o como cuando los sistemas de lucha radioelectrónica Samarkand derribaron en su totalidad los misiles “nuevos, bonitos e inteligentes” que Trump lanzara contra siria el 14 de abril del año pasado.
De esta forma podemos suponer que Venezuela ya cuenta con esos mismos sistemas que defendieron a siria, y aún a la misma Rusia de los buques militares estadounidenses en el mar negro.
Pero también china ha contribuido con la defensa venezolana al proporcionar sus propios sistemas antiaéreos, así como otro tipo de armas.
Venezuela ya cuenta desde hace algunos años con los temibles sistemas antiaéreos rusos S-300, S-200, Pansirt y Pechora
El sistema de defensa aérea de Venezuela se implementó con asistencia rusa, e involucró activar ocho brigadas dotadas con el misil S-300 de largo alcance. Es el único país de la región que lo tiene y también otro de origen ruso de mediano alcance", ha dicho el especialista en desarrollo económico e integración Latinoamericana, Carlos Hernández.
Con la adquisición de sistemas S-300VM de medio alcance Venezuela creó, a finales del 2013, un sistema de defensa antiaérea escalonada que está integrada por cañones antiaéreos ZU-23, sistemas de misiles Buk-2M, Pechora-2M y S-300VM rusos, capaces de interceptar toda clase de objetivos, sea misiles o aviones en un rango de hasta 200 kilómetros.
Cabe destacar que solo hasta ahora Rusia ha proporcionado su sistema S-300 a siria y a raíz de esa adquisición ahora los aviones israelíes no se atreven a invadir el espacio aéreo sirio; los ataques los realizan desde el espacio aéreo libánes y desde el mar mediterráneo, fuera del alcance de los S-300.
Pero también hay que aclarar que aun no son operados por los técnicos sirios, sino por los instructores rusos, así que en realidad todavía no han sido utilizados contra los aviones israelíes; pero una vez sean puestos en operación por los militares sirios con toda probabilidad los aviones israelíes comenzarán a caer como moscas, tal como ha aseverado la autoridad rusa.
Así que, si trasladamos esas capacidades a Venezuela, país que desde hace años ya dispone de esos mismos sistemas, se entiende que Estados Unidos no la tendrá nada fácil para atacarles, pues tal como sucedió en siria, cuando sus misiles “nuevos, bonitos e inteligentes” comenzaron a caer como moscas víctimas de los sistemas de lucha electrónica rusos y de las baterías antiaéreas sirias, ahora les sucederá lo mismo pero en Venezuela; pero no solo serán sus misiles los que caerán, sino también serán sus aviones y sus drones.
Tengo que aclarar que los sistemas de lucha radioelectrónica que derribaron los misiles en siria eran solo para efectos defensivos y no se utilizaron contra los cazas de la coalición liderada por los EEUU; solo se utilizaron para derribar los misiles y para confundir las señales electrónicas de los cazas y de los aviones de vigilancia electrónica y control aéreo mejor conocidos como AWACS, pero no se buscó directamente su derribo, aunque ahora en Venezuela si se utilizarán con ese fin.
Pero en el caso de Venezuela, sí que serán utilizados a plena capacidad y se utilizarán tanto para derribar misiles, como para derribar aviones y drones, y aún satélites en órbita baja.
Podemos concluir que Venezuela cuenta con una poderosa defensa antiaérea, pero también dispone de una poderosa flota de aviones; entre ellos podemos mencionar a los 24 Sukhoi Su-30MK-2 Flanker, a los 11 Lockheed Martin F-16 fighting falcon, a 24 unidades del avión caza Canadair CF-5 (versión canadiense del Northrop F-5 Freedom Fighter), además de 24 unidades del avión de ataque ligero North American Rockwell O-V-10 Bronco.
Como podemos ver, la fuerza aérea venezolana es una fuerza aérea respetable, destacando sobre todo sus 24 Su-30MK2, razón por la cual los estadounidenses (y sus eventuales aliados) no la tendrán nada fácil en caso de atacar a Venezuela.
Pero podemos estar seguros de que tanto Rusia, como china, se involucrarán en el conflicto y prestarán ayuda, tanto militar, como logística, a Venezuela.
De esta manera podemos estar seguros de que si se desata un conflicto entre esos países, no solo los aviones estadounidenses y aliados caerán como moscas, sino que también varios portaviones serán hundidos, pues recordemos que Venezuela dispone de los sistemas de defensa costera Bastión de origen ruso; sistemas que equipan el poderoso misil hipersónico ONIX, misil que cuenta con un alcance superior a los 60 km.
Pero, además, los cazas Su-30 pueden portar misiles antibuque supersónicos Kh-31-A, con función “dispara y olvida”. Asimismo, estos misiles gozan de un alcance superior a los 110 km, es capaz de Mach 3 punto 5 y fue el primer misil supersónico anti-barco que pudo ser lanzado por un avión táctico.
Hay varias variantes, es mejor conocido como un misil anti-radiación (ARM) pero también hay versiones anti-envío y de aviones no tripulados. También puede utilizarse como "asesino de AWACS", un misil aire-aire de largo alcance.
Por otro lado, el Su-30MK2 también puede lanzar misiles supersónicos antibuque de guiado por televisión Kh-59; misiles con un alcance superior a los 280 km.
Así, podemos estar seguros de que los portaviones estadounidenses no se acercarán a menos de 60 kilómetros de la costa venezolana y que además no estarán seguros hasta una distancia de 3000 km pues esa es la autonomía estimada que alcanza el caza ruso sin reabastecimiento de combustible en el aire; pero sí ese es el caso, su autonomía supera los 4500 km.
De esta manera podemos determinar que los portaviones estadounidenses no podrán realizar un ataque con sus aeronaves contra Venezuela, pues se tendrían que colocar dentro del alcance de las defensas antibuque venezolanas y con toda seguridad serían hundidos.
Pero conociendo al Tío Sam podemos esperar que asuman el riesgo y se acerquen a tiro de piedra a las costas venezolanas, con lo que quedarían al alcance de los Su-30 y de los sistemas de defensa costera Bastión.
También podemos esperar que los Su-30 dispongan del sistema de lucha radioelectrónica Jibiny, el mismo que inutilizó al destructor estadounidense Donald Cook y que derribó a todos los misiles “nuevos, bonitos e inteligentes” que Trump lanzó contra siria. De esta manera podemos suponer que esos mismos sistemas serán utilizados contra todos los buques estadounidenses que se acerquen temerariamente a las costas venezolanas, así como contra todas sus aeronaves, inutilizando sus defensas y sistemas ofensivos, dejándolos a merced de los cazas venezolanos.
Muchos dirán que fantaseo, pero ahí están los resultados en Siria, de cómo los yankees salieron huyendo del lugar y como los marines del Donald Cook se orinaron de miedo y pidieron su baja del servicio de manera inmediata e irrevocable después del incidente con el Su-24 ruso. Lo mismo les espera en Venezuela, pero esta vez va en serio y no solo serán inutilizados sus aviones y buques, sino que también serán destruidos.
Y no esperemos que esta vez venga alguien a salvarlos como los franceses salvaron a los ingleses cuando la batalla de las Malvinas, pues Francia proporcionó a Inglaterra los códigos de bloqueo de los misiles Exocet que vendió a Argentina, así como las técnicas para derribarlos; les proporcionó toda la información técnica de los misiles y les facilitó algunos para que hicieran pruebas con ellos.
Pero ahora no habrá quien proporcione esos mismos códigos de los misiles KH-31 y KH-59 a los estadounidenses, pues Rusia no traiciona como si hacen los franceses, los ingleses y los estadounidenses.
Excelente explicación
ResponderEliminar