China busca minimizar la dependencia del hierro de Australia, país miembro del Diálogo de Seguridad Cuadrilateral formado por EEUU, Japón y la India. Y para ello busca alternativas en el continente africano. A Pekín le interesa ahora ganarse las simpatías de Guinea.
Aunque el gigante asiático ha intentado presionar y castigar a Australia por querer investigar el origen del bicho, no ha podido desistir del mineral de hierro australiano, pues representa más del 60% de las importaciones chinas.
A medida que Australia profundiza sus lazos con EEUU, Japón y la India —contrarios a las políticas que China aplica en la región Indo-Pacífica—, Pekín se siente cada vez más incómodo por depender tanto del hierro que importa de Canberra, material estratégico para sus planes militares, opina el columnista del periódico Nikkei Asia Ken Moriyasu.
Pero esta situación de dependencia podría cambiar para 2025, asegura Peter O'Connor, el analista principal de metales y minería en la empresa de inversión australiana Shaw and Partners. Los chinos "se toman muy en serio" la diversificación de la oferta y el aplanamiento de la curva de costos del mineral de hierro, explica.
La clave de China si quiere diversificar sus importaciones es Guinea, un país del África occidental empobrecido pero rico en minerales. La cordillera de Simandou, de 110 kilómetros, supuestamente alberga las reservas de mineral de hierro más grandes del mundo, y, además, de alta calidad, revela. Los expertos conocen el potencial de Guinea desde hace muchos años, pero la falta de infraestructura en el país ha obstaculizado el proceso de explotación.
Los supuestos costos siempre han desalentado a los posibles participantes, como el grupo empresarial internacional del sector de la minería Rio Tinto. Pero Pekín tiene más incentivos para realizar este proyecto que simples cálculos del retorno de la inversión, ya que China necesita evitar el destino de Japón a principios del siglo XX, considera el especialista.
Cómo podría el mercado reaccionar al hierro guineo
Cómo podría el mercado reaccionar al hierro guineo
Actualmente, el gigante asiático compra anualmente entre 1.000 millones y 1.100 millones de toneladas de mineral de hierro a terceros, señala O'Connor. "Por cada dólar que los chinos puedan bajar al precio de la tonelada del mineral de hierro a largo plazo, multiplicado por 1.000 millones de toneladas, serían 1.000 millones de dólares anuales de ahorros anuales", aclara el experto la magnitud de la empresa. No se trata solo de la diversidad, se trata de la baja del precio, agrega.
"La explotación de las reservas de mineral de hierro de Simandou transformaría el mercado global y convertiría a Guinea en una potencia exportadora de mineral de hierro junto con Australia y Brasil", destaca Lauren Johnston, la investigadora del Instituto SOAS China de la Universidad de Londres.
Las proyecciones a largo plazo prevén que el precio del mineral de hierro caiga a alrededor de 60 dólares por tonelada, frente a los 160 dólares actuales, según las proyecciones del mercado. El proyecto para desarrollar Simandou se ha dividido en cuatro bloques, y China participa directa o indirectamente en todos. El área dispone de unos 2.400 millones de toneladas de mena con un 65,5% de hierro.
Si China libera las reservas de Simandou e impulsa una caída en los precios internacionales del mineral de hierro, los mercados de productos básicos se verían impulsados por países en desarrollo", expone Johnston. Para China este camino sería más fácil que tener que hacer negocios con Australia, un miembro del Quad.
China gana terreno en África
Guinea preside en 2021 el Grupo de los 77 en las Naciones Unidas, una agrupación de 134 países en desarrollo que forman un gran bloque del que China puede depender. Guinea ha lanzado activamente declaraciones en nombre del grupo desde que asumió la presidencia en enero.
Johnston cree que China estará contenta si hay avances en Simandou antes del Foro sobre Cooperación China-África que se celebrará en Senegal. Será la primera vez que la reunión dirigida por Pekín la organiza un país africano.
China está tan interesada en hacerse con el hierro africano que se apresuró a felicitar al presidente guineano, Alpha Condé, por su reelección en octubre, a pesar de las acusaciones de fraude. La elección se produjo después de que Condé alterara la constitución para su propio beneficio, lo que le permitió postularse para un tercer mandato.
El 3 de marzo, el primer lote de vacunas donadas por China llegó a Conakry, la capital de Guinea. Lo que convirtió al país en uno de los primeros en recibir las vacunas de Pekín.
"No es una coincidencia", asegura O'Connor. China está "allanándose el camino" para controlar Simandou y dictar su agenda para el 202", afirma.
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