Un funcionario yemení, bajo condición de anonimato, ha reportado este lunes al portal Arabi 21 sobre una reunión de 15 líderes del partido yemení Partido del Congreso Popular General en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidas, con el objetivo de elaborar una iniciativa para derrocar a Hadi y su vicepresidente, Ali Mohsen al-Ahmar y crear una nueva estructura política para Yemen.
Según el funcionario, el proyecto de la iniciativa está siendo preparado, bajo la supervisión de las autoridades emiratíes, a mano de los líderes leales a Ahmad Ali Abdulá Saleh, el hijo del expresidente yemení que vive en la actualidad en Abu Dabi.
El plan incluye varias propuestas y una de ellas es la transferencia de las autoridades de Hadi a un vicepresidente nombrado con cuatro asistentes, quienes no deberían haber sido involucrados en los últimos años en la guerra de Yemen.
“La iniciativa que se está desarrollando se basa en las características de Ahmad, hijo de Ali Abdulá Saleh, el vicepresidente del Partido del Congreso Popular”, ha agregado la fuente, explicando que Ahmad, un excomandante de la disuelta guardia presidencial yemení, no ha estado involucrado en la guerra impuesta a Yemen en los últimos años.
Aun con todo, desde 2015, su nombre ha sido incluido en la lista de las sanciones internacionales. Además, existen disputas entre Ahmad y su primo, Tariq Saleh, el líder del llamado grupo Resistencia Nacional, que se formó en 2018 con la ayuda de los Emiratos en Yemen, lo que puede evitar la llegada al poder de Ahmad.
Con todo esto, Adel al-Shuya, un miembro del Partido del Congreso Popular General de Yemen, ha dicho a Arabi 21 que “lo que está sucediendo en los Emiratos Árabes Unidos es una especie de rivalidad entre los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí” y no hay posibilidad de una unificación en el partido.
Es menester mencionar que Hadi, en realidad, carece del poder político sobre el terreno, pero desde que se fugó de Yemen, tras el inicio de la invasión liderada por Arabia Saudí, sus aliados siempre han intentado sin éxito reconocerlo como el mandatario en el poder.
Arabia Saudí y sus coligados iniciaron en marzo de 2015, una campaña militar contra Yemen, supuestamente para restaurar en el poder al fugitivo expresidente —un estrecho aliado de Riad que apoya la intervención militar en su país— a través del derrocamiento del movimiento popular yemení Ansarolá, que forma parte del Gobierno de Salvación Nacional del país.
No obstante, Hadi, de 75 años, ya está débil para gobernar debido a su estado físico, y solo se considera un presidente simbólico por parte de Riad y, hasta este momento también Emiratos Árabes Unidas, que parece estar separándose de su vecino sureño.
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