Kamala Harris está de visita oficial en Vietnam el 25 de agosto. Como era de esperar, estos dos antiguos enemigos abordaron el renacer de la República Popular China. Sputnik analizó por qué busca Washington una alianza con el vecino de China y qué consecuencias podría tener.
La visita de la vicepresidenta estadounidense tuvo un carácter claramente antichino. La retórica dirigida contra Pekín es un rasgo distintivo de la política de Washington porque sus intereses van directamente en contra de los intereses de Pekín. Estados Unidos está listo para sellar una alianza con su antiguo enemigo, Vietnam, ya que percibe la supuesta amenaza china.
Los chinos no cederían ante una acción coordinada estadounidense y vietnamita porque dispone de las herramientas necesarias para contrarrestar las acciones dirigidas contra sus intereses.
China está lista para cualquier desenlace y no teme a sus enemigos, independientemente de la potencia militar o diplomática. Incluso si EEUU y Vietnam decidieran unir sus esfuerzos, no serían capaces de vencer a los chinos.
Para Kamala Harris es importante que Hanói tome parte en la política de presionar a Pekín. La cúpula dirigente de Estados Unidos entiende que necesita un partidario fuerte en el Sudeste Asiático para estropear los planes chinos en esta región.
No es ningún secreto que desde hace años el gigante asiático centra su atención en la frontera sur. Es el flanco más peligroso, pues hay posibles rivales y enemigos. Entre ellos, Vietnam. Pero este país comunista no solo es un posible adversario, sino también un socio económico. Y este hecho tiene su influencia sobre la configuración política en la zona.
En el norte China hace frontera con Rusia, su socio económico, político y militar. Al oeste se encuentran los países de Asia Central, que no representan ninguna amenaza. Entretanto, el este representa la zona de interés para Pekín: allí están Corea del Sur, Japón y Taiwán, y más al sur las aguas del mar de China Meridional. También se encuentran allí los países del Sudeste Asiático con intereses en dichas aguas.
Las disputas territoriales en estas aguas son, por alguna razón, de mayor interés para Kamala Harris y la Administración Biden. Tanto a EEUU como a Vietnam no les gusta que China construya sus instalaciones sobre las islas artificiales en dicha zona marítima, que es objeto de litigio entre varios países de la región.
Oportunismo de EEUU en Vietnam
Washington se muestra dispuesto a tomar medidas para reducir la influencia y el bullying chino en el mar de China Meridional, pero si Pekín logra reclamar las islas en cuestión, se hará con un enorme territorio marítimo con muchos recursos naturales. Esto podría resultar en el dominio chino sobre las aguas adyacentes a los países del Sudeste Asiático.
Así, China podrá proyectar su influencia en la región y amenazar los intereses de Washington. Sin embargo, no queda claro por qué un país de otro continente como EEUU se inmiscuye en los asuntos de países asiáticos soberanos. Esta pregunta todavía no tiene respuesta.
China y Vietnam están lejos de las fronteras de Estados Unidos. Es difícil de entender qué amenaza representan para el país norteamericano. Sin duda, Washington tiene sus obligaciones ante sus aliados en la región. En las disputas territoriales en el mar de China Meridional solo busca contener a Pekín porque es su adversario, y no proteger a sus socios.
Pekín, por otro lado, sí que ve amenazada la seguridad de sus fronteras y su soberanía. Si las autoridades del gigante asiático mostraran una posición poco sólida, EEUU instantáneamente aprovecharía esta oportunidad, porque su meta final es debilitar a Pekín, descuartizar al país comunista y ponerlo de rodillas.
No obstante, la cúpula dirigente de Vietnam la componen personas sabias. No buscarán una confrontación con China. Las negociaciones entre EEUU y Vietnam son solo una muestra de poder para el vecino sur de China, que busca dejar claro a Pekín que Hanói tiene un plan alternativo si las tensiones aumentan.
Estados Unidos quiere usar a Vietnam en beneficio de sus propios intereses. La Administración Biden no tiene en cuenta el futuro del país si la situación empeora, ya que está al otro lado del océano. El objetivo de Washington es usar el antagonismo entre Hanói y Pekín, pero los vietnamitas todavía recuerdan los conflictos armados entre su Estado y China, y prefieren una paz frágil con su vecino.
De todas formas, llegará el día en que se deba resolver el conflicto que se formó en torno a las aguas adyacentes y las islas Spratly, pero Hanói preferirá apostar por la vía pacífica y por la diplomacia. Las autoridades vietnamitas todavía tienen en cuenta que EEUU no es su amigo, ya que recuerdan los tiempos en los que su país estaba en guerra.
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