"Estamos completando la recopilación de pruebas sobre las actividades militares y biológicas de EEUU en el territorio de Ucrania. No tengo ninguna duda de que se formará, y todo el mundo civilizado verá finalmente que Washington se ha convertido en un 'digno' continuador de las tradiciones del Tercer Reich, donde se practicaban experimentos inhumanos con personas", dijo Pátrushev.
El secretario del Consejo de Seguridad ruso también aclaró que la operación militar especial en Ucrania no se plantea como objetivo el derrocamiento de las autoridades de ese país.
"El objetivo de nuestra operación especial en Ucrania no es un cambio de régimen en Kiev, como Occidente trata de presentarlo, sino proteger a la población del genocidio, desmilitarizar y desnazificar Ucrania", señaló.
Según sus palabras, la situación en Ucrania fue solo una de las trágicas consecuencias de "las políticas imprudentes y sangrientas de Estados Unidos".
"Los estadounidenses han suprimido a propósito los países independientes durante años en favor de sus propios intereses geopolíticos y financieros, han tratado de socavar el orden mundial posterior a la Segunda Guerra Mundial, así como el sistema de la ONU", denunció Pátrushev.
El funcionario ruso indicó que la aparición de nuevos centros de poder y desarrollo mundial provocó un creciente resentimiento de EEUU, que pretendía mantener su "hegemonía" por cualquier medio.
Para lograr este objetivo, declaró Pátrushev, Washington siempre ha desencadenado guerras en otras partes que han provocado cientos de miles de muertos y millones de desplazados —Yugoslavia, Irak, Afganistán, Libia, Siria—.
"Ahora que la deuda externa estadounidense ha superado los 30.000 millones de dólares, Estados Unidos ha comenzado a empujar a la humanidad hacia una catástrofe global", dijo.
Asimismo, el secretario de Consejo de Seguridad de Rusia sostuvo que EEUU lleva 30 años "programando a Ucrania en clave antirrusa", con el resultado de que el mundo fue testigo del "golpe de Estado sangriento" en ese país en 2014 y del consiguiente "genocidio" de los residentes de Donbás, entre ellos unos 800.000 ciudadanos rusos.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una "operación militar especial" en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al "genocidio" por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es "la desmilitarización y la desnazificación" de Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
Ucrania rompió las relaciones diplomáticas con Rusia, impuso la ley marcial en todo el territorio nacional, además del toque de queda en Kiev y otras ciudades, decretó la movilización general e instó a la comunidad internacional a activar "todas las sanciones posibles" contra el líder ruso.
Numerosos países, con excepciones como China, condenaron en términos enérgicos la operación militar de Rusia en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario