"Estamos sustituyendo los viejos ordenadores por chips extranjeros. Después de esta adquisición, casi todo el mundo en la oficina tendrá un ordenador chino. Los viejos PC que nos quedan con sistemas Windows aún pueden utilizarse en determinadas situaciones", explica al diario Lao Zhangcheng, encargado de la compra de 16 ordenadores totalmente nacionales para la Oficina de Transportes de la ciudad de Shaoxing.
Lin Qingyuan, experto en chips del grupo de investigación Bernstein, indica que la sustitución avanzaría más rápido en el caso de los procesadores para servidores que en el de los ordenadores, debido a que el ecosistema de software que necesita reemplazo es más limitado. Según sus previsiones, el reemplazo en el marco del programa bautizado Xinchuang alcanzará la marca del 23% del total de de servidores chinos en 2026.
"La orientación de las compras ha hecho que la política de Xinchuang sea más práctica para los funcionarios", añade al diario.
El Financial Times señala que China fue el mayor mercado de Intel en 2023, con un 27% de sus ventas totales de 54.000 millones de dólares. El país también representó el 15% de las ventas de AMD, que en su totalidad ascendieron a 23.000 millones de dólares. A su vez, Microsoft no desglosa las ventas en China, pero su presidente, Brad Smith, declaró el año pasado ante el Congreso de EEUU que el Estado aportaba el 1,5% de los ingresos.
De acuerdo con la publicación, las últimas normas de compra "representan el paso más significativo dado hasta ahora por China para crear sustitutos nacionales de la tecnología extranjera y se hacen eco de los movimientos de Estados Unidos a medida que aumentan las tensiones entre ambos países".
En el último año, Washington ha impuesto sanciones a un número creciente de empresas chinas por presuntos motivos de seguridad nacional, ha legislado para fomentar la producción de más tecnología en Estados Unidos y ha bloqueado las exportaciones de chips avanzados y herramientas afines a China.
Los funcionarios chinos empezaron a seguir las nuevas directrices sobre ordenadores personales, portátiles y servidores este año, después de que el Ministerio de Economía y el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información las presentaran el 26 de diciembre. En ellas se ordena a las agencias gubernamentales y órganos del partido por encima del nivel de municipio, que incluyan criterios que exijan procesadores y sistemas operativos "seguros y fiables" a la hora de realizar sus compras.
La publicación agrega que el mismo día de diciembre, la agencia estatal de pruebas, China Information Technology Security Evaluation Center, publicó su primera lista de procesadores y sistemas operativos "seguros y fiables", todos ellos de empresas chinas.
Entre los 18 procesadores aprobados había chips de Huawei y del grupo respaldado por el Estado Phytium. Ambos están en la lista negra de exportaciones de Washington, añade el FT. Mientras tanto, los sistemas operativos se basan en el software de libre acceso Linux.
Los analistas de Zheshang Securities estiman que China necesitará invertir 660.000 millones de RMB (91.000 millones de dólares) entre 2023 y 2027 para sustituir la infraestructura informática del Gobierno, los órganos del partido y ocho grandes industrias.
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