Según los últimos datos de Bloomberg, la flota rusa ha reforzado su presencia en el Mar Rojo, enviando allí el crucero misilístico Varyag y la fragata Marshal Shaposhnikov. El servicio de prensa de la Flota Rusa del Pacífico informó que los barcos realizan tareas en el marco de un viaje marítimo de larga distancia, pero los objetivos específicos y el destino final de estos barcos siguen siendo inciertos.
El acontecimiento se produce en medio de una creciente tensión en la región, donde los ataques a barcos han aumentado en los últimos meses. Los rebeldes hutíes de Yemen, que actuaron en represalia por las operaciones militares israelíes en la Franja de Gaza, se han atribuido la responsabilidad de una serie de ataques en el Mar Rojo. Estas acciones obligaron a muchos barcos a ajustar sus rutas para evitar posibles ataques.
Una característica especial de la situación fue el anuncio de los hutíes a principios de mes de que no atacarían a los barcos chinos y rusos en el Mar Rojo y el Golfo de Adén. Esta declaración se hizo a cambio de una promesa de apoyo político de estos países al movimiento hutí en el Consejo de Seguridad de la ONU.
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